La inspectora jefe distrital de Educación, Mónica Ortino, habló de la situación que hoy debe afrontar la comunidad educativa a raíz de la pandemia que hoy perturba a toda la sociedad. Es evidente que el segundo hogar que constituye la escuela se convulsiona al ver que no puede desempeñar el papel contenedor por el cambio que se opera al no haber clases.

“Es un momento complicado porque todos nos enteramos de la misma manera. Ayer, en el discurso del presidente, y a las dos horas de haber terminado, llegó una comunicación oficial, porque, en realidad, como todos escuchamos en el discurso, él habló de la suspensión de clases y también habló de las escuelas abiertas, entonces en eso estamos, en la organización para que eso sea así, que las escuelas estén abiertas desde la limpieza, como corresponde, con los auxiliares y los docentes que tienen que estar preparándo, aunque ya estaban, todo lo que requiere en cuanto a dispositivos pedagógicos, en cuanto a preparar estas cuestiones de aprendizaje para que no se interrumpa. Es un plan de continuidad pedagógica”, señaló un día antes de que el gobierno dictaminara el cese de las clases.

En relación con el dictado de clases a la distancia, analizó las posibilidades: “Cada directivo tiene que tomar el dispositivo que crea más conveniente para su establecimiento. Si bien hoy sabemos que la tecnología nos atraviesa a todos, hay hogares donde no tienen al alcance estos dispositivos tan tecnológicos. O sea, hay una diversidad muy grande en el distrito y obviamente para eso está el director, con sus docentes, para saber cuál es el mejor dispositivo para llevar adelante en esa escuela. Desde el Canal Encuentro también van a haber actividades a la mañana para el nivel inicial y primario y a la tarde para el nivel secundario. También va a haber una página. Hay una diversidad muy grande que recién ahora la están terminando de bajar a territorio”.

“Se trata de una situación que nos ha complicado a todos. Desde lo familiar hay mamás o papás que tienen que salir a trabajar y hay hijos que tienen que estar en su casa, hay docentes que tienen a sus hijos en su casa porque no van a la escuela, es una complicación que vamos a ir trabajando con cada una de las escuelas y para priorizar las necesidades”, dijo.

Uno de los puntos más preocupantes es la continuidad de los comedores escolares: “Los comedores todavía no han comenzado por una cuestión particular, que es que en Pinamar el servicio depende de Desarrollo Social y sé que estaban ya para salir, pero hoy vamos a tener una comunicación con la gente del Consejo Escolar y Desarrollo Social para ver cómo podemos arbitrar los medios necesarios. Entendemos que el tema viandas es muy complicado. Ya nos sucedió en otras oportunidades. Lo que puedo sugerir es que en las escuelas donde hay comedor vayan organizando turnos para que no se junten todos los alumnos en un mismo horario. Eso lo vamos a ir arbitrando a medida que lleguen los insumos para el comedor, lo voy a ir hablando con cada una de las directoras que ya tienen una idea de cómo programar las escuelas en relación a este tema”.

Es evidente que se trata de una situación compleja e inesperada que requiere de una ingeniería ágil y que se pueda poner en funcionamiento: “Esto es un día a día. Tal vez lo que dije el viernes, hoy no se condice pero es lo que pasa, tanto a nivel nacional como a nivel local. Desde Provincia nos han pedido que en cada distrito formemos una comisión distrital de salud en las escuelas, conformada por un representante de Salud del Municipio, también una inspectora de biología, el presidente del Consejo Escolar, un referente de escuelas privadas, y un miembro del equipo del EDI y la jefa distrital”.