La hipoacusia se hizo oír

Fue a partir de una joven directora de cine con esa patología, convocada por la Peña de Escritores Pinamarenses para presentar un cortometraje que trata sobre esta problemática.

La joven directora de cine, hipoacúsica, Bárbara Borcas acompañó la presentación de su opera prima, Claramente, creada en torno a una breve historia romántica para concientizar sobre la discapacidad auditiva.

Centrada en su experiencia personal, la cineasta describió: “La hipoacusia es una disminución auditiva que no llega a ser sordera sino una disminución en el nervio auditivo. La idea de este proyecto es claramente contar cómo se escucha con audífonos. Yo uso audífono desde los 3 años y desde los 3 a los 7 estuve sin escuchar nada; a los 7 me ponen audífono y ahora soy candidata en un plan de trasplante coclear. Como catarsis empecé a escribir un montón de situaciones que me pasaban y nació esta obra audiovisual. Yo me recibí de directora cine hace tres o cuatro años y ahí empecé a desarrollar un cortometraje que está auspiciado por Med-El, que es una empresa de trasplantes cocleares, y por la gente. Necesitábamos 150 mil pesos, entonces dijimos: ‘¿Qué hacemos?’. Fuimos a una plataforma de financiamiento colectivo y la gente colaboró con 100 ó 200 pesos a cambio de recompensa; así logramos juntar la plata y con la historia que había escrito pudimos filmarla. Hoy nos invitaron desde la Peña de Escritores y vamos a presentarla en la Corbeta Uruguay, en el Aula Siglo XXI”.

Si bien parece obvio aclarar el significado del título de la producción, cabe sí aclarar que la hipoacusia no implica la pérdida total del oído sino una escucha distorsionada. El criterio de la directora es que “clara mente, lo que tu oído no escucha tu mente lo aclara”. Por consiguiente, Clara es la protagonista de la historia. Se trata de una situación que no depende del volumen del emisor, ya que si uno escucha chino y no lo entiende, no se facilitará la comprensión con solo elevar el tono de voz.

“Este es mi primer corto y mi idea es seguir con la película. Ya empecé a guionarla y porque en un corto es muy poco lo que pude contar. Lo que hace que esté motivada a hacer la película es que a raíz de esto se presentó un montón de gente con la misma patología y vamos a explotarlo. Uno siempre sueña que le vaya bien con lo que hace pero nunca esperé que fuera contando algo tan mío. Mi infancia fue muy dura porque de los 3 a los 7 no escuchaba. En el jardín me ponía de frente a la gente y ahí empecé a leer los labios. Esa etapa fue la peor. La adolescencia también. Esa cosa de aislarte, de decir: ‘No puedo salir porque no escucho, y me quedo en casa’. Pero siempre fui de rebelarme ante esto que me pasa, no quiero que sea un límite; lo desafío y ahora voy a lugares más ruidosos”, agrega.

Con un carácter envidiable, Bárbara aguarda ansiosa y esperanzada su trasplante, previsto para octubre. Por ahora sigue ayudando con el ejemplo a otras personas con su misma condición auditiva.