–¿Ya ha bajado la tensión de la elección?
–Sí. Fue un fin de semana intenso. Para nosotros, los candidatos, corrió la veda pero todo el equipo de voluntarios empezó a trabajar más que en campaña para organizar el escrutinio y después empezar a trabajar al lado de las mesas. Se dio un día de la democracia intachable, así que estamos muy agradecidos.

–Si bien es un triunfo, falta aún la instancia decisiva.
–Está claro que cada uno desde su espacio hace un esfuerzo grande, da todo de sí, sobre todo cuando se trabaja en equipo con esta intensidad, y con este compromiso por el objetivo que tenemos, que es estar cerca de los vecinos. Cuando los resultados van bien, a mí no me gusta hablar de ningún tipo de triunfo, máxime cuando esta es una instancia que no define nada, simplemente nos dice que la gente nos apoyó y nos da la responsabilidad de seguir escuchándolos y seguir trabajando para encontrar las soluciones que por ahí algunos tienen postergadas.

–Este resultado no deja de ser un signo de aprobación a la gestión de Yeza. ¿Lo ves así?
–Sin dudas que habla a las claras de que la gente en su mayoría ha dicho que es un camino que vale la pena apoyar… Queremos formar un equipo de 45 mil pinamarenses y esto también muestra que todavía tenemos mucho por comunicar y para escuchar y para seguir diciéndole a la gente que queremos trabajar en equipo y que siga mejorando.

–En varios casos, hubo situaciones conflictivas con los candidatos. Una imagen es la del intendente, interpelado por un grupo de gente por el tema de la tarifa del gas. ¿Entendés que esto tiene peso en una elección?
–La inteligencia del electorado está intacta. Le estaríamos errando feo si subestimamos el sentir de la gente común, que se levanta a laburar, que ve que este país tiene otra atmósfera, este país tiene esperanza, y los cambios empiezan a ocurrir, se genera todo un microclima, sobre todo en las redes sociales y en un sector del periodismo, pero cuando llega la hora de la verdad, donde la gente se expresa, donde tiene que hacerlo que es en una urna, las cosas medianamente ocurren como uno siente que tienen que suceder, defendiendo el espacio de gente de trabajo y honesta, que mira para adelante, que trae propuestas y que de a poco demuestra qué es gestionar y hacer.

–¿Qué primera lectura te da el resultado?
–Me fui a dormir contento porque, punto más o punto menos, un poco el mensaje de la sociedad es ese: que si bien hay sectores que la están pasando mal, aun así la gente sigue apostando por un cambio, está convencida de que este es el rumbo y está dispuesta a darle una oportunidad a este gobierno, que tiene un plan de cuatro años, y esta es recién una parada de mitad de término, así que la sensación, más que el análisis, es que hay esperanza y que ese es el sentir de la mayoría y así lo expresó en las urnas.

–¿Existe comparación con un triunfo de tu especialidad?
–No puedo hacer un paralelo con un tema deportivo porque acá ganó un equipo de gobierno, un equipo que apoya este cambio, un equipo de vecinos que está activamente comprometido y yo apenas soy quien encabeza la lista pero es un tema simbólico. No creo que aquí Pizzolito haya hecho alguna diferencia, por ahí sí, porque encarno los valores de todo el grupo.