Aunque parezca inalcanzable, la meta de la igualdad sigue su rumbo, sin prisa pero sin pausa. Pequeños o grandes ejemplos de un nuevo pensamiento que se expande son muestra visible de esta afirmación esperanzadora. Algunas ediciones atrás, contamos sobre el proyecto local de igualdad de género ¿Por qué a nosotras?, que encabezaron los chicos de 6° grado A de la Escuela Primaria Nº 6 de Pinamar, junto a su docente Lourdes Heredia. La noticia es que volvieron a ganar en la instancia distrital de la Feria de Ciencias, en el primer puesto con el mejor promedio, y siendo portadores de la bandera de la feria y la copa. Un nuevo logro y recompensa a la valentía de poner en alto la igualdad y los temas socialmente sensibles que ésta trae aparejados. La sinergia de la temática en nuestro país también ocupa la agenda legislativa porteña, con nuevos proyectos de ley que buscan poner luz sobre rincones oscuros. Esta vez la mirada va hacia la fuerzas de seguridad y plantea el retiro de armas a los policías denunciados por violencia de género o familiar. El proyecto de ley se fundamenta en estadísticas y estudios realizados por instituciones especializadas en la problemática que ponen de manifiesto una cantidad de casos de femicidio y violencia perpetuados por agentes de la Policía, generalmente en situaciones fuera de servicio pero con uso de arma reglamentaria. Además del retiro del arma, el proyecto establece que el Ministerio de Seguridad deberá adoptar distintas medidas preventivas de estos hechos. Entre ellas, elaborar protocolos específicos de actuación, capacitar al personal de seguridad en materia de género (tema redundante que aún no se implementa) y desarrollar un plan de acción que incluya exámenes psicofísicos y medidas de prevención para aquellos agentes denunciados por casos de violencia familiar, doméstica y/o contra las mujeres. Mientras tanto, el mundo gira y la ola expansiva de la igualdad de género hace ruido en otros países. Esta noticia llega de Arabia Saudita, donde la Policía arrestó a una joven por pasear en minifalda. El país, ultraconservador y de creencias religiosas arraigadas, prohíbe a las mujeres circular libremente, ya que deben estar acompañadas por un hombre y siempre cubiertas por su atuendo (conocido como “abaya”) que las cubre por completo, dejando ver sólo su rostro. Otro dato no menor es que tienen prohibido manejar automóviles. La joven en cuestión fue arrestada y presa en una cárcel de mujeres por un video que fue viral en las redes sociales donde se la ve caminando tranquila vestida como cualquier mujer occidental lo haría. El gobierno, la Policía, la prensa y la ciudadanía del país, debaten sobre la actitud de esta mujer y la pena que le correspondería. Algunos a favor y otros en contra. Las redes sociales funcionan como la plaza virtual de los jóvenes y allí se encuentran a debatir sin límites ni restricciones. La educación y los nuevos medios de comunicación están haciendo que las nuevas generaciones (la mitad de la población tiene menos de 25 años) desafíen un sistema que ven como anacrónico. Es evidente cada día que la ola expansiva de la igualdad va removiendo terrenos y, aunque el costo del nuevo pensamiento implique que nademos en arenas pantanosas por un tiempo, no debemos desviar la mirada del punto fijo, la meta. Una sociedad mundial moderna y plena en derechos humanos igualitarios.