La parroquia aporta una intensa semana de festejos a la temporada alta

Enviado por el equipo de comunicación de la parroquia Ntra. Sra. de la Paz

La advocación mariana que tiene a la Santísima Virgen María como Señora de la Paz se originó en España en 667, que es el año en que murió el arzobispo de Toledo, san Ildefonso, su fiel devoto, a quien la madre de Jesús se le había aparecido en la Iglesia Catedral para hablarle.

Pero el nombre Nuestra Señora de la Paz recién le fue dado en el año 1085, cuando el 24 de enero los moros devolvieron a los cristianos el templo que en la conquista había pasado a sus manos y donde practicaban el culto a Mahoma.

Desde aquel momento se realizan en Toledo magníficas celebraciones y espléndidas procesiones en su honor.

Los festejos y santuarios se fueron extendiendo por toda España, a otras ciudades de Europa, de América y hasta de Hawaii.

En El Salvador la convirtieron en patrona principal, y la conmemoración se hace los 21 de noviembre, mientras en Francia se la hizo coincidir desde el siglo XVII con el cumpleaños del cese de la “Guerra de los treinta años”, los 9 de julio.

A la catedral de Buenos Aires llegó en 1750 una imagen de Nuestra Señora de la Paz, que se replicó en Entre Ríos, en la localidad bonaerense de Olivos y en Pinamar.

Nuestra parroquia también desdobló la fecha de la celebración para que a mediados de setiembre los residentes, ya transcurrido el invierno y liberados de los compromisos turísticos, puedan participar relajados de los festejos.

Pero este lunes 24 de enero, sin tirar la casa por la ventana para dar el ejemplo en el respeto a los protocolos por la pandemia, vendrá el obispo Gabriel Mestre a presidir la misa de las patronales, en el marco de una bonita ceremonia de consagración del altar y dedicación del templo.

Constituye un atractivo especial para los veraneantes, que rematará en un espectáculo musical en la explanada de la iglesia y un buffet con platos típicos del altiplano que ofrecen las comunidades radicadas en el Partido de Pinamar.

Previamente, el sábado 22, en Ostende se llevará a cabo la fiesta patronal de la capilla Laura Vicuña, de donde saldrá a las 19 una procesión que paseará por las calles la imagen de la beata.

Al regreso será oficiada la misa y posteriormente el festival musical y las comidas regionales.

El Rosario iluminado en la playa inicia este viernes 21 una semana a puro festejo que la parroquia compartirá con el turismo en plena alta temporada, para aportarle una entretenida espiritualidad a la diversión veraniega.