En ocasión de primer triunfo electoral de Cambiemos, Rafael De Vito (h), primer concejal de la lista, no accedió a la presidencia tal cual marca la tradición ante este tipo de situaciones. En ese momento se prefirió confiar en la experiencia de la concejal radical Mercedes Taurizano para ocupar el cargo.

Hoy y luego de las recientes legislativas, la situación se repite y circulan versiones que indican que la tradición no sería tenida en cuenta.

Consultado el concejal De Vito, fue claro al respecto: “Nosotros en su momento decidimos dárselo a Mercedes Taurizano, que obviamente era una persona capacitada y preparada, por su larga trayectoria para ocupar semejante responsabilidad, como es la presidencia del Concejo Deliberante. Hoy la situación es diferente. Sabemos que, con la nueva conformación, nuestro partido, Cambiemos, va a contar con seis integrantes y va a haber cuatro del Frente para la Victoria y otros cuatro de Propin, por lo cual estaríamos en minoría y habría una oposición de ocho concejales, por lo cual están negociando entre Propin y el Frente para la Victoria la presidencia a través de Gabriela Ferretti con una de sus secretarias legislativas, Adelina Mercuri. Así que seguramente no van a respetar la tradición. Son las cuestiones de la política. Nosotros creemos que para la presidencia tiene que ser una persona que ya haya estado en el Concejo, que conozca el funcionamiento y no que la presidencia sea un trofeo político”.

Para el concejal, está claro que igualmente seguirían estando en minoría y que, aún haciendo prevalecer el doble voto, esta situación no se revertiría. Sin embargo el tema empieza a ganar espacio.

“Estas son las cuestiones de la política, que hasta último momento no se sabe qué puede suceder. Hay veces que hay consensos en las reuniones en presidencia, y cuando se sube al recinto, en la escalera, muchos cambian de opinión y se termina votando otra cosa. Pero, insisto, estas también son cuestiones de la democracia, que son saludables para toda la comunidad. Muchas veces todos los bloques políticos estamos de acuerdo y hay otras situaciones en que no lo estamos. Pero insisto que estas son las cuestiones de la democracia. Estoy convencido de que es saludable y así tiene que ser. Pero reitero, volviendo al tema de la presidencia, tenemos que entender que no es un trofeo sino una responsabilidad. Desde mi punto de vista, debería ejercer el cargo aquella persona que ya haya estado en el Concejo y no alguien que recién ingresa”, acentuó.

De Vito se muestra satisfecho con el trabajo realizado en general. Lo apoyan los números que indican la cantidad de expedientes tratados y que prácticamente no haya quedado trabajo pendiente en las comisiones, una circunstancia que habla a favor de todos los integrantes del HCD. Además, entiende que el Concejo es la casa del vecino, un espacio donde el ciudadano común puede consultar, exponer y plantear todas sus inquietudes. Allí se abren expedientes que luego se elevan a cada comisión, se inicia el tratamiento, “así como también cuestiones que tienen que ver con el Departamento Ejecutivo, donde por suerte se ha trabajado de una forma muy eficiente y ordenada durante estos dos años”.

Dentro de las aspiraciones de De Vito están sus deseos de trabajar sobre salud, turismo y en todo lo que respecta al medio ambiente. Un ejemplo lo constituye la norma promulgada prohibiendo la pirotecnia, lo que marca un cambio sustancial en el partido.

Ante nuestro requerimiento sobre si aceptaría el cargo de presidente, De Vito responde: “Yo no tendría ningún problema y entiendo que, en su momento, no estaba capacitado; por eso la dejamos a Mercedes, pero hoy somos minoría… Por eso tampoco me voy a volver loco por la presidencia. Si se da, se tiene que dar de forma natural, como siempre deseamos que suceda todo en el ámbito político”.