La vida de Sandrini, en un documental

Realizado por la hija del genial actor, se presentó en Pantalla Pinamar un avance de un film que recorre la historia del autor de un estilo y un espacio hasta ahora no ocupado por nadie.

“Al tener un vínculo tan estrecho necesitaba objetivarme y tenía la responsabilidad de contar el misterio de lo que fue Sandrini con esa gran resonancia, este gran amor de las personas hacia él, que siempre me impactó, más allá de mi relación personal, y que había trascendido su trabajo como actor”, afirmó Sandra Sandrini, hija del capo cómico y directora y guionista del documental que lleva el apellido paterno.

Un artista de mucho renombre que supo batir récords de público en sus presentaciones teatrales así como en la exhibición de sus películas, sin dejar de lado su media hora radial con su personaje Felipe, sobre libretos de Coronato Paz y con la compañía de Mangacha Gutiérrez.

Formado como tantos grandes, Petrone, Muiño, Alippi o Serrano, a partir de un amor por lo actoral para erigirse en la cara visible de un humor sano, sin golpes bajos y con un toque sentimental dirigido a exaltar los valores. Las relaciones maternales, la amistad o el vínculo de pareja.

Lo cierto es que su hija cumpliendo, a lo mejor, con un mandato muy íntimo se anima a desentrañar los 50 años de carrera de su padre mezclando atinadamente y con mucho amor imágenes de archivo, testimonios e imágenes familiares inéditas.

“Él fue el eje, la voz cantante de un tiempo dentro de lo que es el cine argentino. Después aparecieron otros tiempos, que tuvieron que ver con la demanda de otras temáticas, que rompieron con ese tiempo en el que él fue el dueño”, agrega la realizadora.

En este particular acercamiento la hija del gran cómico declara: “Tuve que investigar y leer mucho sobre mi padre porque él formó su familia de grande. Era un hombre muy educado, muy bondadoso pero muy callado, al menos el Sandrini que yo conocí”.

El documental consta de tres capítulos: uno dedicado al comienzo; un segundo con el nombre de “Su obra y su persona”; y “Mis amores”, donde aparece el recuerdo de sus tres grandes amores. Uno con la actriz Chela Cordero, el reconocido de su relación con la mítica Tita Merello y un tercero, con la madre de la directora del film, Malvina Pastorino.

El documental, que dura más de dos horas, tiene el mérito de rescatar para las nuevas generaciones un nombre trascendental para el cine argentino, ya que Luis Sandrini creció como actor junto con el séptimo arte. Desde su intervención en las dos primeras películas sonoras (Tango y Los tres berretines) hasta la última, realizada bajo la dirección de Palito Ortega, Que linda es mi familia.

Sandra Sandrini, la segunda hija del matrimonio, estuvo presente en Pantalla Pinamar junto a dos nietas del gran actor: Roberta Vadino Sandrini, quien se encargó de la edición y la animación, y Carla Pantanali Sandrini, responsable de la música y la voz en off que hila el relato.

Más allá de la crítica o de los purismos que se busquen del género documental, se trata de un recupero cultural de un grande, aquel de frases como: “¡La mamma ve los colores!” o “Con estas manos, mamma…”.