¿La vida es justa?

Se escucha: “¡Se lo merece!” o “se lo merecen…”. Expresiones que ante algunas circunstancias consideramos justas o atinadas, que le sucedan a algunas personas que consideramos buenas o no.

“¡No se merece lo que le pasó!”. Cuando la tragedia o algún acontecimiento hace que a alguien que se considera que hace las cosas bien, o es buena persona, le pasa algo injusto…

Ante situaciones de la vida que nos sacuden, asombran, se piensa en este estilo de cuestiones, pero ¿quién dijo que se merecen las cosas de la vida o no? ¿De dónde deviene la idea de merecimiento?

Para mi asombro hay vastas teorías sobre esto, fue trabajado por filósofos y pensadores.

Gustavo A. Beade es un profesor de Buenos Aires que trabaja en universidades en una cátedra de derecho, quien realizó una tesis sobre este tema, mencionando: “Tendemos a pensar que, si recibimos algo, un premio o un castigo, se debe a que, probablemente, lo merecemos. Esto quiere decir que hicimos algo para recibir ese reconocimiento o ese castigo. Esta noción de merecimiento es la que sostienen, por ejemplo, la mayoría de aquellos teóricos que defienden un tipo de retribucionismo puro. Filósofos y teóricos se ven atraídos por la idea del merecimiento. A menudo la importancia del merecer algo, a mi juicio, es sobrevalorada por estos pensadores. Esto los conduce a adoptar posiciones extremas. Por un lado están quienes creen que el merecimiento es la base de la inculpación y el reconocimiento, por el otro, se encuentran quienes creen que el merecimiento es irrelevante. Creo que el merecimiento es importante para determinados fines, pero no es central para castigar y premiar a otros”.

Menciona tipos de merecimientos pero, más allá de la vasta clasificación, el punto es cuál es la norma o el parámetro para considerar que está bien o es correcta tal retribución ante tal situación. Que alguien merece o no algo. Porque las consideraciones son a posteriori, una vez que sucedió tal cosa, decimos que tal persona lo merecía o no. Como cuando un deportista gana una competencia; decimos “lo merecía” dependiendo de cómo jugó o realizó su labor, pero estamos en condiciones de afirmar que quien perdió, no lo merecía, o lo merecía en menor medida.

También, hay que considerar que a veces hay personas que, a nuestro criterio, merecen ser reconocidas en su labor, pero que nunca lo son, porque no hay institución que realice tal evaluación.

Para hablar de lo negativo, cuando a un sujeto le sucede algo que se considera que no merecía, en el caso que sea una persona buena, trabajadora, etc., y le sucede algo que lo perjudica, algo en lo que no influyó directamente… ¿Acá qué es lo que estamos juzgando…? Creo que atrás de estos pensamientos sobreviene la idea de que la vida es o debería ser justa. Es donde se puede plantear: ¿la vida es justa?. Hay quienes creen que todo lo que das vuelve… Esto me lleva a otra pregunta: ¿hacés algo “bueno” para que te pase algo considerado bueno, o actuás así porque está en vos ser de esa manera? Creo que esta es la clave. Las personas en general hacen lo que pueden con lo que son.

No creo en la frase “la ocasión hace al ladrón”. Quien no es ladrón no va a robar, aunque se le presente la ocasión; no se va a quedar con algo a sabiendas de que no le corresponde, y no importa si le dicen: “Aprovechá…”. No lo hace porque no tiene que ver con lo que es. Y si lo hace debe enfrentarse luego con la culpa por lo que ha hecho.

Entonces, para concluir con estas preguntas, a las cuales no les encuentro una respuesta formal, o cerrada. La conclusión que puedo sacar es que nos reconforta pensar que la vida es justa pero, lamentablemente, a la vista hay muchos ejemplos de que esto no es así.