“Las relaciones no producen infelicidad, sacan a la luz el dolor”

Inspirada en las lecturas que estuve realizando sobre Deepak Chopra, médico, escritor y conferencista, quiero compartir algunas reflexiones sobre los vínculos de intimidad…

¿Qué sucede cuando llega una relación especial y parece ser la respuesta a todos los problemas del ego y llenar todas nuestras necesidades? Las demás cosas de las que derivabas tu sentido de vos misma, ahora se vuelven relativamente insignificantes…

Resulta que ahora hay un solo punto focal que las reemplaza a todas, que da sentido a tu vida, y a través del cual uno define su identidad: la persona de la que estás enamorada.

Tu mundo ahora tiene un centro: el ser amado. El hecho de que el centro esté fuera tuyo y que, por lo tanto, todavía tengas un sentido de vos misma derivado del exterior, no parece importar al principio. Lo que importa es que los sentimientos de no plenitud, miedo, carencia y falta de realización, tan característicos del estado egotista, ya no están ahí. ¿O sí? ¿Se han disuelto o continúan existiendo bajo la feliz realidad superficial?

Si en tus relaciones experimentas amor y lo contrario, ataque, violencia emocional, ira, es probable que estés confundiendo el apego del ego y la dependencia adictiva con el amor porque no puedes amar a tu pareja un momento y atacarla al siguiente.

El verdadero amor no tiene contrario. Si tu amor tiene un contrario, entonces no es amor, sino una fuerte necesidad del ego de un sentido más profundo y completo de sí mismo, una necesidad que la otra persona llena temporalmente.

Pero llega un punto en el que la pareja actúa de forma que deja de llenar las necesidades, o más bien las del ego. Los sentimientos de temor, dolor y carencia, que son una parte intrínseca de la conciencia egoísta pero que habían sido ocultados por la relación amorosa, ahora salen a la superficie. Igual que con cualquier otra adicción, estás en un punto alto cuando la droga está disponible, pero invariablemente llega un momento en que la droga ya no te hace efecto.

Cuando vuelven a aparecer esos sentimientos dolorosos, y los sentís incluso con más fuerza que antes, más aún, ahora percibís a tu pareja como la causa de esos sentimientos quiere decir que los proyectas hacia afuera y atacás al otro con toda la violencia salvaje que es parte de tu dolor. Este ataque puede despertar el dolor de la pareja y ésta puede contraatacar. En ese punto el ego todavía espera inconscientemente que tu ataque o tus intentos de manipulación sean suficiente castigo para inducir a tu pareja a cambiar tu conducta, de modo que puedas usarla de nuevo como protección de tu dolor.

Toda adicción surge de una negativa inconsciente a enfrentar el dolor y salir de él. Toda adicción comienza con dolor y termina con dolor. No importa a qué sustancia seas adicto, alcohol, comida, drogas o una persona, porque estás usando algo o a alguien para ocultar tu dolor. Por eso, después de que la euforia inicial ha pasado, hay tanta infelicidad, tanto dolor en las relaciones íntimas. Ellas no producen dolor o infelicidad, simplemente sacan a la luz el dolor y la infelicidad que ya hay adentro. Toda adicción hace eso.

¿Será este el motivo por el cual algunas personas están siempre intentando escapar del momento presente y buscando algún tipo de salvación en el futuro o esquivando el autoconocimiento? Lo primero que podrían encontrar, si enfocaran su atención en él ahora y adentro, es su propio dolor y eso es lo que se tanto se teme…