Laureano Grigera y la concreción de un sueño

El piloto pinamarense cuenta su experiencia en tierras catalanas luego de un brillante desempeño y tras haber sido convocado a sumar su presencia el próximo año.

Laureano Grigera tiene 38 años y está en el automovilismo desde los 20 años, lo que le ha permitido capitalizar una importante experiencia en el deporte motor. Casi al final de su carrera, se muestra satisfecho con los logros obtenidos.

–Contanos un poco de las características de la prueba.
–Fuimos a correr la fecha del Campeonato Mundial de Rally que se corrió en Cataluña. Fuimos a correr la Copa Peugeot, que es la categoría Junior, la categoría escuela para subirte al auto más grande de la categoría. Fuimos con un Peugeot 208 R2 y dentro de esa categoría son 30 pilotos seleccionados para poder correr durante el transcurso de la carrera. Es el único rally mixto a nivel mundial. Se corre un día en tierra y los otros dos días en asfalto. Hicimos muy buena tarea en la tierra, después el clima nos jugó una mala pasada porque el sábado llovió y corrimos con gomas lisas de pista y tuvimos una salida de camino que nos retrasó un poquito. Veníamos peleando el tercer puesto y el domingo no había mucho para arriesgar. Tuvimos una buena performance, terminamos sextos en la General, y el objetivo era estar dentro de los diez primeros, como una súper hazaña de ir a correr esa carrera, y también en algunos tramos terminamos primeros, en otros terceros, cuartos, quintos. Así que súper contentos.

–¿Se puede decir que tenés una vasta experiencia?
–Yo salí campeón el año pasado con el equipo Monster de Estados Unidos en el Rally de Sudamérica. Estuve corriendo diez años en el exterior. Estuve haciendo el campeonato chileno, que es el más importante de Sudamérica. Después corrí varios años el Campeonato Sudamericano, que abarca Bolivia, Paraguay, Chile, Brasil, Uruguay y Argentina, y después tengo corridas diez fechas del Campeonato World Rally.

–¿Cómo se financia tu participación en estas competencias?
–El año pasado hice un parate porque yo tengo una constructora en Pinamar y la verdad que estaba muy complicado con el tema laboral y este año pusimos como objetivo con el otro chico con que corro salir a Europa y poder correr esta categoría, para la que fuimos seleccionados, y no dejamos pasar la oportunidad y fuimos. Abrió la perspectiva para el próximo año, ya que fuimos como la revelación de la carrera y fuimos invitados para correr el Campeonato Europeo, para el próximo año, que son ocho fechas.

–¿Podemos decir que sos pinamarense por adopción?
–Yo fui toda la vida a Pinamar. Estoy viviendo hace seis años. Mis hijos son pinamarenses. Dentro de la profesión del rally, en el tiempo que tenía libre me instalaba en Pinamar. Es más, he tenido equipos de autos de rally en Pinamar con la familia Tieri y con Andrés Manzo.

–¿Qué significó esta prueba para vos?
–Esta carrera es el objetivo de cualquier corredor y fue la oportunidad de mostrar al mundo a Pinamar. Entonces, el auto fue totalmente ploteado de Pinamar conecta. Yo le pedí permiso al intendente, Martín Yeza, para utilizar el logo en el auto, sin ningún costo, obviamente, y eso lo quiero aclarar porque sé que en Pinamar hubo rumores y hubo gente que habló cosas que no tenía que hablar, pero creo que fue un buen motivo para mostrarle al mundo la bandera argentina y el lugar donde se crían mis hijos, que es Pinamar.

–¿Sentiste la emoción propia de quien participa en una prueba lejos de su país y para una cantidad importante de argentinos residentes en el exterior?
–El rally tiene dos sensaciones. Una es la largada simbólica, que el día inicial del rally se largó en la catedral de Barcelona. Para mí, haber ido con el auto hasta ahí con los colores de Argentina y estar en la competencia más importante fue muy importante. Y cuando terminás el rally volvés a pasar la misma rampa, que es de llegada, que es la exigencia total después de una semana de laburo arriba del auto de carrera, y la verdad que haber subido el auto y que el locutor de Fox hable de Pinamar es la parte que más te emociona. Y después vino gente de Mar del Plata, también otros argentinos con banderas. La verdad que fue una emoción indescriptible. Estábamos en el medio del tramo Querol, 21,26 km, que es un prime clásico de hace treinta años de España, y se había juntado un grupo de argentinos con una bandera gigante y cuando pasamos nosotros se te ponía la piel de gallina; después aparecieron en el parque de asistencia para saludar…

–Las imágenes televisivas muestran un despiste. ¿Cómo es que la gente se acerca y da una mano para volver al circuito?
–En el rally la que siempre te ayuda, es la gente, el espectador es el que te vuelve a meter en el camino, que fue lo que nos pasó a nosotros. Hay una foto que salió por todos lados, que está el auto clavado de punta y había más de cien personas ayudándonos, y ahí no hay bandera de país: todos te dan una mano para volver a ponerte en carrera.

–De aquí en más ¿cuál es tu meta?
–Mi sueño está cumplido porque es correr el Campeonato del Mundo, y lo hice en varias oportunidades. Llegar a Europa. Hoy se abrió una oportunidad. Estoy prácticamente retirado, por la familia. Salir de Pinamar cuesta mucho […]. El objetivo está cumplido y si el año que viene se da la copa europea es para redondear la carrera de por vida y para pensar en el retiro definitivo.

–Si tuvieras que recordar una de las postales de tu carrera, ¿cuál sería?
–Un rally mundial de Argentina en el 2008, que lo ganamos junto al equipo Tango, de David Nalbandian, y fue muy meritorio. Eso fue un tema muy lindo, y después, cuando tenés hijos y te vienen a ver y disfrutan viéndote arriba del auto, eso está bueno también.