Licencia por paternidad

Los primeros días son la primera experiencia, el primer contacto, el primer impacto. Cuando un bebé llega a este mundo comienza una experiencia de vida que se verá influenciada por lo que sienta, escuche y vea a su alrededor. Si pensamos en una crianza 50 y 50 por parte de mamá y papá, pensamos en un ideal que aún no vemos en realidad porque crecemos y repetimos moldes heredados social y culturalmente. Hemos ya charlado de este tema en la entrevista sobre estereotipos de crianza (“De muñecas o autitos”, edición del 06 /01/17), donde ejemplificamos los tipos de juego con los que educamos a nuestros hijos y otras conductas que adquirimos como adultos y que marcan una tendencia a repetir el formato desigual de crianza y de reparto de responsabilidades a la hora de educar. El sistema acompaña perfectamente ese paradigma y tiene un porqué. Pero ya es hora de cambiar esto también. A partir del 1 de enero de este año el permiso de paternidad en España se amplió de dos a cuatro semanas, mientras el de maternidad sigue siendo de 16, aunque al parecer el asunto culminará en 2018 con 16 semanas para cada uno. En Argentina las madres tenemos tres meses de licencia por maternidad y los padres dos días. ¿Quién discute esto? El mismo sistema avala el trato desigual para la crianza. Y, por otro lado, perjudica indirectamente las posibilidades laborales femeninas cuando a la hora de ocupar un puesto la empresa prefiere hombres porque las mujeres se toman licencias por maternidad. Si las condiciones de juego son las mismas para todos, también las responsabilidades y beneficios. La licencia por paternidad equiparada a la de las madres es un paso adelante en pos de la igualdad, suma en todos los sentidos, por donde se la mire. Aporta otra mirada al pensamiento masculino, ya que los hombres han sido programados, por el mismo sistema, para concentrar sus energías en lo material y económico por encima de todo. Que puedan gozar del tiempo necesario para vivir activamente la llegada de un hijo, junto a su pareja, es equiparar derechos de ambos pero sobre todo del recién nacido. En algunos países del mundo se está estudiando cambiar la legislación en este sentido; en otros, como Chile, Colombia y Australia, ya cuentan con mayor cantidad de días tanto para la madre como el padre. En Argentina tenemos atraso de leyes… ¿o de pensamiento? Y por otro lado tenemos leyes que se han actualizado pero no se implementan. ¿Será que la Ley de Paridad también hará que cambien otras, como la de licencias por mater-paternidad?
Avanti donne!