“Llevamos en la sangre el ayudar a la gente”

La frase es de Héctor Campa, quien reflexiona acerca de la situación de la entidad que preside y las autoridades.

El presidente de la Cooperadora del Hospital Comunitario de Pinamar, Héctor Campa, se refirió al presente de la institución, luego de una controvertida temporada.

Campa se encarga de dejar en claro que se trata de buscar nuevos socios y no una mera venta de bonos, ya que se trata de una figura distinta porque quien se asocia puede participar dentro de la estructura institucional como en cualquier ONG.

En sus declaraciones hace un pormenorizado detalle de lo realizado: “La situación sigue igual. Ahora nos hicieron una multa por entender que repartimos folletería en la calle sin autorización, cosa inexacta, una mentira. Ahora fuimos al abogado porque nosotros hacemos socios, vamos con una ficha de socio y no repartimos nada en la calle. Según dicen, para repartir volantes hay que tener una autorización, pero nosotros no dejamos volantes… Esto es parte de la persecución institucional pero lo más importante para nosotros es que esto nos inyecta ganas de seguir trabajando. En lo que va de enero y febrero hemos donado a enfermería sueros para internación, sueros para oncología, calcimax, otros medicamentos, gotas para una persona que vive en Acción Social, compramos leche maternizada, y el 14 de febrero, recibidos por el director del hospital, Pablo Zenon, hemos donado estos medicamentos [los nombra a todos] gasa estéril, guantes de látex, spray anti escaras, agua inyectable de 10 mm, jeringas descartables, agujas hipodérmicas, agujas pericraneales, jeringas de 15x5, sondas vesicales, sonda con balón, bolsa de recolección de orina con manija de transporte, soporte y pinza, zonda para alimentación nasogástrica, equipo para administración de soluciones parentales, apósitos sacros, apósito transparente, guantes para cirugía, apósitos para hidrocoloides. Todo esto fue donado. Estas cosas que hacemos, no de ahora, las hacemos gracias a los socios y a la gente que confía en la institución. Eso es lo que más nos interesa. Después, el abogado, el descargo, eso es secundario para nosotros, estamos haciendo una tarea muy importante y en estos 45 días ya hemos hecho un montón para el hospital, y tenemos otros pedidos…”.

Campa hace memoria y recuerda cuando se trabajaba en equipo y los profesionales pedían verbalmente lo que necesitaban, tras lo cual se hacía una nota y el acuse de recibo de los elementos entregados. Con la relación un poco más tirante, cada área pide lo que necesita y la cooperadora adquiere el elemento requerido, y se deja expresa constancia de la entrega, que debe ser con la firma de los directivos, como única forma de que no se desconozca la labor de la institución.

“Yo lo tomo por una cuestión política; yo, particularmente. Todos los que me conocen saben que no estoy de acuerdo con la política de Salud de este gobierno y he apoyado otra política. Entonces, la tomo por ese lado. El apriete es: ‘Estás con nosotros o te vas’. Lo veo por ese lado. A lo sumo que quieran armar otra institución y poner al padre del intendente o a alguno de ellos y armar una caja paralela. No tengo idea, pero las cosas pasan y las vamos llevando y la institución está trabajando más que nunca. No sé si será por la situación actual. Estamos lunes, martes, miércoles y viernes de 10 a 12 en el hospital, a pesar de lo que diga algún funcionario que cuando lo consultan asegura que no estamos, que no existimos”, agrega.

Si bien no hay un contacto directo con los directivos, la cooperadora sigue en funciones y cumpliendo su rol. Campa recuerda con orgullo que no hace mucho, a partir de la realización de un desfile de modas, se pudo hacer una sala de hemoterapia. Ello le da pie a manifestar que la sobrevida de la entidad se evidencia en hechos palpables. Por otro lado, reitera que, si bien la recaudación ha mermado y el camino se dificulta “llevamos en la sangre el ayudar a la gente”.