“Lo disfrutan todos”

Así lo expresó el director de la ET 1 Crucero General Belgrano, a escasos diez días de inaugurado el nuevo edificio y en relación con el disfrute de los alumnos en esta nueva etapa.

Quienes estuvieron en la inauguración del nuevo edificio recuerdan las sentidas palabras del subsecretario de Educación bonaerense, Sergio Siciliano, al referirse a que antes se formaba para el trabajo y que hoy se educa para la vida. La afirmación es válida si pensamos en que los alumnos ingresan en el inicio de su adolescencia y egresan maduros y preparados, en muchos casos, para afrontar los nuevos desafíos del mundo laboral. Hoy “la técnica” cuenta con un nuevo edificio, moderno y construido con los mejores materiales. Gabriel Firpo describe el momento fundacional y sus implicancias en esta nueva etapa.

–¿Cómo fue el inicio de clases en este nuevo edificio?
–Las clases las empezamos el martes pasado. A a la mañana pasamos algunas cosas, estuvo el jefe de área y algunos alumnos colocando los pizarrones y en el turno tarde ya se dictó clases acá, completo.

–¿Cómo se vivió esa primera jornada?
–En los momentos previos se vivió con mucha ansiedad porque la escuela es grande, son muchas divisiones, son muchos alumnos, son 770 y pico de alumnos. Es complicado, entonces si uno ve la escuela, todo en su conjunto, piensa: “Mudar todo esto es muchísimo”. Pero en realidad el salón que estaba para dar clases ya se pasó y en el turno tarde todos los salones que tenían clases pasamos para acá y después, mientras tanto, nos fuimos mudando las oficinas, la secretaría, la prosecretaría. Ésas son las dos oficinas que primero se instalaron y la dirección quedó para lo último; todavía lo estamos haciendo.

–¿Hubo alguna ceremonia en este primer día?
–La inauguración había sido el viernes anterior y después, cuando nos mudamos acá, en el turno tarde formaron los chicos acá, izamos la bandera acá, y dimos algunas indicaciones, algunos cuidados que tenemos que tener por ahora, porque en el patio tenemos dos médanos con pinos. La verdad que tenemos un patio espectacular, que si lo sabemos aprovechar es buenísimo pero presenta algunas dificultades en este momento porque necesitamos calzar el médano para que no se desmorone. Entonces, como hacemos siempre en la formación, es el momento para darles algún mensaje a los alumnos y en ese primer momento fue de reflexión de cuidar, de no estar en determinados espacios porque se desmorona la arena, se descalzan los pinos, de cuidar el edificio, el cuidado que hay que tener cuando transitamos por las escaleras, cosas en sí más que todo para cuidar la integridad de los estudiantes y del edificio, porque es un lugar que todos quisieran tener y ahora nosotros tenemos la posibilidad de tenerlo. Y muchas veces se dice: “Cuánto tiempo irá a durar el edificio así”, con cierto prejuicio con los chicos, pero así como a veces tenés algún chico rebelde, tenés muchos más que son los que cuidan. Al estar en el edificio de al lado lo vieron crecer, se fueron apropiando del lugar, y cada vez que había alguna oportunidad de pasar algo para acá en las semanas previas fuimos armando los salones, se bajó el mobiliario que venía de Provincia y eso lo hicieron los alumnos y sus papás.

–En tu caso fuiste alumno, luego egresado y hoy dirigís la escuela ¿Qué sentiste desde tu posición?
–Ahora lo estoy disfrutando. En las semanas previas no, porque estaba a full. Uno no se daba el tiempo de emocionarse con lo que estaba pasando; ahora sí, recorro las aulas, los pasillos, el taller, y la verdad que me da mucha emoción poder estar acá y verlo desde ese lado, no desde el lugar directivo, sino como ex alumno o alumno. Cuando empezamos en la escuela, en el 89, lo hicimos en dos aulitas que tenía la Casa de la Cultura, que hoy es la Secundaria 4 (el Arbis). Antes ahí funcionaba la Casa de la Cultura y en dos aulitas funcionó la escuela técnica en tres o cuatro meses y eran unos tablones y unos bancos al costado y ahí teníamos las clases. Entonces desde eso a llegar a esto. La verdad que es mucho.

–¿Intuís que hay una significación particular en aquellos chicos que comenzaron el ciclo en el otro edificio y lo van a proseguir en el nuevo?
–Son un montón de sensaciones, es increíble. Es increíble porque me pasaba que cada vez que entraba, las semanas previas, me acordaba de los talleres donde habíamos estado. Tuvimos los talleres allá, en Corvina. Se pasaba frío, las estufas las preparábamos nosotros, había que colocar ventanas y se picaba una pared y lo hacíamos nosotros; siempre teníamos que luchar para tener algo. Costaba porque tenía mucho laburo, que también era lindo porque uno aprendía y lo hacía uno… a venir y tener una escuela de la magnitud que tenemos, de la calidad con la que está hecha, porque la verdad que las cosas que han utilizado para la construcción de la escuela son de primera calidad. Eso es así y estamos muy agradecidos, la verdad que es increíble. Entrás y no lo podés creer. Los chicos que se van eran los más apurados para poder cruzarse acá, los que están en el séptimo año, que cursan hasta diciembre. Ellos estaban desesperados. Por lo menos querían cursar ellos, y hoy los ves en las aulas y están felices, se les dibuja una sonrisa. Ellos estaban muy ansiosos, pero si les preguntás a los chicos de primero y segundo, les pasa lo mismo, lo disfrutan todos y se nota, se nota hasta en el comportamiento. Hay otra dinámica en las aulas; son más amplias. El docente puede caminar las aulas. Cambia la dinámica de la clase.