Con la misa y la adoración, a las 19 de este jueves 9 de marzo, comenzó el retiro de Cuaresma, presidido por el obispo Gabriel Mestre, en la parroquia Inmaculada Concepción de Villa Gesell.

La jornada es prólogo del inicio de las actividades vinculadas a la catequesis, desde la semana que viene, en la que se implementarán cambios en el camino de renovación pastoral de la catequesis para niñas, niños y adolescentes en la diócesis de Mar del Plata, que integra Pinamar.

Ahora serán dos años de preparación para la celebración de la Comunión Solemne a lo largo del 3º y 4º grado de la escuela primaria, con la libertad a cada comunidad de concluir a fin de año o en tiempo pascual del siguiente. Serán la misma edad y el mismo tiempo para la escuela católica.

Además, se establece en un año la preparación para celebrar el sacramento de la Confirmación de adolescentes en la edad del 1º año de la escuela secundaria para parroquias y sus respectivas comunidades.

Para la escuela católica se plantea la libertad de realizarla en cualquiera de los seis años de la secundaria, según el camino que cada una de ellas viene realizando.

El pasado 4 de marzo se realizó en Mar del Plata el retiro para catequistas, del que participaron más de 280 representantes de toda la diócesis.

El obispo Mestre los invitó a “subirse al carro de la vida” para anunciar a Cristo con pasión y cercanía en el retiro anual de catequistas organizado por el Secretariado Diocesano de Catequesis en la parroquia de Pompeya.

“Dios nos hizo buenos y hay muchos de bueno en nuestros corazones, dejemos remover nuestra interioridad y sin miedo dejémonos transformar por el Evangelio”, instó el obispo en el discurso inaugural.

La iluminación se tituló “Catequistas, testigo de la alegría del Evangelio” y estuvo fundamentada en Hechos, en los que se relata el anuncio y el bautismo del eunuco etíope.

El prelado animó a los catequistas a “subirse al carro de la vida de cada una de las personas que deben acompañar en el servicio catequístico”.

Y continuó con la reflexión: “Felipe es un verdadero catequista, dócil al Señor y que acepta caminar por el desierto. Escuchó la voz del Espíritu y se puso al costado del etíope, preguntando con inteligencia. Palabra y vida van de la mano para iniciar el encuentro catequístico. El resultado: el eunuco lo invita a subir al carro. En este caso Felipe asume la vida como viene y se sube al carro del otro, venciendo todas las barreras, acepta el desafío de acompañar la vida del otro para anunciar a Cristo. Un encuentro transformador que lleva al sacramento de la vida en Cristo”.

En el fin de semana siguiente, es decir, el domingo 16, la cita es en Tandil, donde se llevará a cabo la peregrinación diocesana, con Vía Crucis y misa, bajo el lema: “En camino con la alegría de Jesús”.

Será preparatoria de la Pascua, de la mano del obispo Gabriel Mestre.

La oración alusiva es: “Hoy tengo la valentía de suplicarte, como el ladrón arrepentido: ‘¡Acuérdate de mí!’; y él vino de una fraternidad que reconforta el corazón. Sáname con tu gracia y enséñame a esperar en la desesperación. Señor mío y Dios mío, yo creo, ayúdame en mi incredulidad”.