Los concejales, antes de volverse candidatos

Es bueno examinar los comportamientos de los actuales legisladores antes de la cosmética electoral. Un somero análisis de su participación en el Deliberante deja entrever la esencia de los representantes del pueblo.

Año nuevo, hora de balances… por lo que al término de un año legislativo y con elecciones para renovar bancas en 2017, parece oportuno hacer un análisis sobre el funcionamiento del HCD, más precisamente sobre el trabajo de los concejales.

En principio, los datos concretos y documentados de este cuerpo colegiado indican que en 2016 realizó tres asambleas de concejales y mayores contribuyentes, una para aprobar la aplicación de un tributo a aquellos lotes privados de Ostende que usufructúan el Frente Marítimo; otra para aprobar el aumento del módulo, la que se llevó a cabo a mitad de año; y aquella en la que se aprobó la creación de la tasa por plusvalía, después de más de un año de elaboración. Por otro lado, se realizaron tres sesiones de prórroga a lo largo de noviembre y diciembre (es decir aquellas que se realizan una vez cada quince días, y que tienen fecha y horario determinado) y seis sesiones especiales, en su mayoría por fechas y ocasiones especiales.

Este año las ausencias en las sesiones se hicieron más notorias, porque la mayoría de los bloques tiene conflictos con los suplentes. Tal es el caso del oficialismo, que, si bien trabaja unido a la UCR, solo cuenta con dos ediles de cosecha propia, algo que en determinadas cuestiones se hace sentir, y en caso de pedir licencia alguno de los dos, sería Roxana Nicolini, conocida radical, quien debiera tomar la banca. Será por esto que tanto Rafael de Vito como Alejandra Apolonio se tomaron sus vacaciones sin recurrir a las licencias, por lo que sus bancas quedaron vacías, quince días en un caso y un mes en el otro. Lamentablemente, no son los únicos: el bloque aliado, los radicales, salvo en el caso de Augusto Urrizola (que también sería reemplazado por Nicolini), los otros dos miembros del equipo tambalean antes de licenciar sus ausencias, ya que, en ese caso, el que tomaría su lugar sería ni más ni menos que Eric Ávalos, ex secretario del bloque UCR y que se fuera al FPV junto a Pedro Elizalde en la última gestión. Lucas Ventoso, quien renueva su puesto, se ha ido de vacaciones por un mes completo, dejando su espacio vacío; su par, la presidente del HCD, Marcedes Taurizano, en cambio, mueve cielo y tierra, cambia las fechas de ser necesario, pero no cede ni la banca ni el podio.

Del lado del peronismo tampoco hay rosas. Tanto Juan Ocampo como Juan José Dos Santos tienen atrás a Alicia Majul, con quien parecen no haberse portado muy bien que digamos, ya que evitan por todos los medios tomar licencia. Otro tanto les sucede a Claudio Galarza y Gregorio Estanga, ya que es Nora Ponce, ex funcionaria de Elizalde y pareja de Dos Santos, la que seguiría en la lista, alguien con quien no quedaron en buenos términos hacia el final de la gestión anterior.

En Propin, si bien los dos más nuevos, Daniel Bermúdez y Guillermo Migliorini, se tomaron sus vacaciones y licencias correspondientes (aunque en medio de un berenjenal, ya que hubo más licencias que concejales y terminaron asumiendo los suplentes de los suplentes), no les sucede lo mismo a quienes renuevan este año, ya que la siguiente es Giselle Acosta, quien se alejara para intentar sumarse al massismo, aunque, claro, ahora Propin también es massista, pero ésa es otra historia.

En definitiva, muchas de las sesiones han tenido más de una ausencia, amparadas en el hecho de que todos los bloques adolecen de la misma falencia, pero olvidándose que fueron votados para ser los representantes del pueblo, toda la lista, más allá de las diferencias que a lo largo de los cuatro años subsiguientes pudieran aparecer.

Más allá de las sesiones, los concejales, así como sus secretarios legislativos (nombre con el que se denomina a los antiguos asesores tras la modificación del reglamento interno) deben participar de algunas comisiones, las que eligen en la sesión de apertura, a comienzos de abril. Cada edil tiene como obligación asistir a aquellas comisiones que haya elegido, salvo por razones de enfermedad o fuerza mayor, según reza el artículo 37 del reglamento: “Asistencia a las Comisiones: La asistencia de los Concejales a las Comisiones a las cuales han sido designados será obligatoria. La no concurrencia a la Comisión deberá ser comunicada, antes de la misma, a la Secretaria que corresponda a esa Comisión, debiendo ésta ser fundada en casos de enfermedad o fuerza mayor. En caso de inasistencias injustificadas de los Concejales a tres (03) reuniones mensuales o un total de doce (12) durante el periodo de Sesiones Ordinarias, la Comisión deberá comunicar a la Presidencia del Cuerpo, quien previo traslado al interesado, podrá practicar el descuento del cinco (5) % (por ciento) de su dieta por falta, debiendo la Presidencia comunicar tal novedad al Cuerpo en la próxima Sesión que se realice. El Concejo Deliberante decidirá sobre las renuncias que presentaren los miembros de la Comisión a la misma, cuando dichas renuncias fueren aceptadas el Cuerpo procederá a designar los reemplazantes. El tiempo de tolerancia para la asistencia a la Comisión será de treinta (30) minutos a partir del horario designado para el inicio de la Comisión. Luego de dicho plazo se lo considerará como ausente”.

A lo largo de todo 2016 se llevaron a cabo treinta y ocho reuniones de la Comisión de Asuntos Especiales y Legales; cuarenta de Planeamiento, Obras y Servicios Públicos; treinta y siete de Presupuesto, Hacienda y Cuentas; treinta y cinco de Salud, Desarrollo Social, Ecología y Producción; treinta y dos de Turismo, Educación, Cultura y Deportes y treinta de Seguridad y Protección Ciudadana.

Cada una de las comisiones, con su conformación y su temática única, tuvo sus particularidades. A diferencia de otros años, pocas de ellas se levantaron por falta de quórum (igualmente fue difícil corroborar por este medio, dado que no tienen informatizada la asistencia de los concejales a comisiones y fue difícil llevar una estadística clara pero sí se notaron algunas ausencias de concejales del oficialismo, que a partir de mitad de año acrecentaron la tendencia).

Por otro lado, se pudo observar a lo largo del año cómo cada presidente le ha dado su impronta a la comisión que le ha tocado. De esta manera, Planeamiento, Presupuesto y Legales tuvieron un arduo trabajo, fruto en parte del ida y vuelta con el Ejecutivo, pero sobre todo de la labor ejercida por sus presidentes, que promovieron proyectos así como la participación de sus pares. Sin embargo, otros no corrieron con la misma suerte; tal es el caso de Turismo, cuya labor podría resumirse en la semana del medio ambiente a principios de año, varias declaraciones de interés municipal a mediados de año y las adjudicaciones de espacios públicos para publicidad a fin de año. Algo similar ocurrió con Salud, que tuvo un comienzo ajetreado con el proyecto de una nueva ordenanza de zoonosis y luego no generó ningún proyecto de relevancia; o Seguridad, que se abocó casi en su totalidad a pedidos de informes.

Así es como este HCD encara un año nuevo, con el presupuesto y su correspondiente aumento de tasas por aprobar y de cara a una elección legislativa en la que la mitad de los concejales deben someter la renovación de sus bancas al voto popular.