Oscar Villegas, meteorólogo e integrante del equipo de Defensa Civil, describió el momento climatológico actual, que se caracteriza por ofrecer temperaturas fluctuantes y lluvias copiosas.

Con una amplitud térmica inusual transcurre el invierno pinamarense y deja a su paso las consecuencias de cifras récord en relación a las lluvias y sus consecuencias.

“Si bien las condiciones se generan tanto en el océano como en la atmósfera, son de repercusión para nuestra región. A principios de año se empezó a gestar una anomalía positiva en el Océano Pacífico y la circulación general de la atmosfera influye en que los fenómenos que se originan en esa repercutan y se trasladan a nuestra región. El fenómeno, como sistemas frontales, frentes fríos, bajas presiones, todas las masas de aire, proviene de esa zona, así que se estaba previendo con antelación que iba a ser un invierno más cálido, más húmedo y ante ello la posibilidad de que las variaciones y anomalías de estación fueran significativas, como así sucedieron. Entonces ya llevamos varios meses rebasando la climatología mensual. Ya a esta altura rebasamos la climatología anual respecto a las lluvias y la temperatura. Son condiciones muy particulares en nuestra región porque no son normales. Estas condiciones han dado sin duda la saturación rápida del suelo, la poca capacidad de absorción del agua de lluvia. Recordemos: un agua de 5 ó 10 mm no forma grandes encharcamientos; ahora, una de 78 mm, imaginemos. Contemos también la del 5 de febrero, que fue de 80 mm pero con vientos de 110 km/h, trombas, tornado, y todas las consecuencias que provocó, en esta ocasión han sido solamente lluvias y los pronósticos han sido acertados, a mediano plazo, semestrales, y ante eso se han estado tomando desde el Municipio medidas preventivas permanentes, en el sentido de la limpieza continua de las zonas bajas y también la poda de algunos árboles que están por caerse. Si bien se están haciendo relevamientos topográficos en la cuenca con mayor inconveniente para darle una solución definitiva, pero esto lleva su tiempo, como toda obra pública, pero se está viendo hacia adelante que Pinamar tenga una capacidad de respuesta para lluvias más intensas”, describe con lujo de detalles el experto.

Villegas aconseja que debamos acostumbrarnos a que el cambio es permanente, por lo cual los fenómenos van a seguir siendo intensos. Previendo estas situaciones, tanto Defensa Civil como el cuerpo activo de Bomberos Voluntarios de Pinamar realizan constantemente trabajos relacionados con la temática.

En un breve resumen de lo ocurrido recientemente, el profesional admite: “Hubo emergencias, como el ingreso de agua a seis casas, pero se solucionaron rápidamente. No le dimos oportunidad a la naturaleza de molestarnos y decir: ‘Tienen que evacuar’. No. La gente volvió a su vivienda rápidamente y estuvo tranquila. El trabajo lo tenemos bien coordinado. No nos sorprende. Creo que la capacidad de respuesta en cualquier ciudad del mundo ante la brusca caída de 78-80mm lleva a rebasar de manera inmediata pero no progresiva. Tenemos agua, tenemos gas, tenemos los teléfonos, tenemos los servicios básicos que nos pueden permitir seguir caminando y salir para adelante”.

En un anticipo, Oscar Villegas pronostica que tendremos un verano con temperaturas altas, por encima de los valores promedio. Será un verano cálido y húmedo, lo que puede implicar que tengamos tormentas fuertes, provocadas por el exceso de temperatura y humedad. A ello se suma la gran cantidad de agua caída en el invierno, lo que “puede dar origen al crecimiento rápido de pastizales; y, después, un pastizal seco sabemos que es materia rápida de incendio y eso también nos tiene preocupados”.