Mano tendida y corazón abierto, el abrigo de Jesús

Por el Equipo de comunicación de la parroquia Ntra. Sra. de la Paz

La campaña Un abrigo para tu amigo invisible es un modo que ha elegido la comunidad desde hace 27 años para testimoniar el culto a la amistad que predicaba Jesús con el ejemplo.

Había elegido mantener su mano tendida, su Corazón abierto, su mirada llena de cariño, deseando que seamos y vivamos como amigos, antes que llamarnos siervos.

Los jóvenes de la parroquia ganaron el sábado pasado las calles del Partido de Pinamar para recolectar ropa y calzado y obtuvieron una respuesta contundente: más de 1300 prendas que, trasponiendo la puerta del alma por donde penetra el amor de amigo de Nuestro Señor, constituyen la ofrenda terrenal que, en su nombre, es entregada a los hermanos que más lo necesitan.

De la misma manera en que Cristo nos espera en la Eucaristía como amigos, con una presencia humilde y acogedora, y anhela perdonarnos en el encuentro de la misericordia que se produce en cada confesión bien hecha, las familias carenciadas de Pinamar aguardan para esta época, estoicamente y agradecidas, la caridad de vecinos anónimos que las ayudará a combatir los rigores invernales.

“Dentro de las donaciones que recibimos durante todo el año, se envían ayudas a otras parroquias del interior del país. Porque gracias a Dios recibimos muchas cosas y se colabora con otros lugares”, declaró el Pb. Marcelo Panebianco, a la vez que exaltó que “estén en buen estado, porque más que nada es un regalo, una donación que obviamente viene bien y sirve. Es un esfuerzo de parte de uno, porque lo entrega prolijo y limpio, de manera de ser usado”, dijo.

Si bien la campaña se lleva a cabo en torno del 20 de julio, que es el Día del Amigo, la colecta se hace el fin de semana anterior por tratarse del último de las actividades previas a las vacaciones de invierno.

Siendo verdadero amigo del Amigo eterno, el Señor entiende pronto que hemos nacido para Él, y que nuestro corazón, como el de san Agustín y el de tantos santos del pasado y del presente, sólo podrá estar tranquilo y sereno cuando lo encontremos.

Pero más allá de simbolismos, Jesús hizo culto de la amistad con Juan, el apóstol del amor, hermano de Santiago, hijo de Zebedeo, quien lo acompañó hasta en el momento de Su muerte y fue el único de los doce que permaneció al pie de la cruz.

Otro de los que se declararon sus amigos, Robert Benson, escribió unas líneas poéticas que reflejan lo que significa encontrarse con Él, en la intimidad alegre del amor verdadero.

Lo llamó Así es mi amigo y se proclamó su deudor en todo:
Te diré cómo le conocí:
había oído hablar mucho de Él, pero no hice caso.
Me cubría constantemente de atenciones y regalos, pero nunca le di las gracias.
Parecía desear mi amistad, y yo me mostraba indiferente.
Me sentía desamparado, infeliz, hambriento y en peligro, y Él me ofrecía refugio, consuelo, apoyo y serenidad; pero yo seguía siendo ingrato…