Maridar la gastronomía con el turismo

El turismo gastronómico es una forma particular de viajar y conocer motivado por las manifestaciones culinarias de cada sitio visitado, que incluye desde una clase de cocina hasta una cena con productos frescos.

Es sorprendente ver cómo la cocina, los cocineros y las comidas son un hecho de profunda actualidad en el acontecer diario de nuestras vidas. Basta prender la televisión para encontrarse con programas gourmets, o con inserts especiales en diarios o revistas, o con páginas de Facebook, donde nuestros amigos y los amigos de nuestros amigos nos conectan con recetas culinarias. Este fragor publicitario también impacta en las motivaciones de las personas que viajan, no sólo porque comer y beber forma parte de las necesidades humanas básicas, sino por el gusto de probar sabores diferentes. En los destinos ¿estamos prestando atención al tema de la gastronomía para atraer al turista?

Recientemente fue presentado el informe “Futuro, tendencias, investigación y experiencias de turismo gastronómico”, con las conclusiones de una encuesta realizada en el 2016 por la Organización Mundial del Turismo (OMT). El sondeo fue realizado entre instituciones educativas y empresas de marketing y consultoría, de alojamiento, de alimentos, bebidas y bodegas pertenecientes a 29 países, que forman parte de su red de miembros afiliados. El objetivo de este relevamiento ha sido el de conocer la opinión de los sectores públicos y privados sobre esta modalidad turística como un factor importante de atracción así como visualizar posibles vías de desarrollo a futuro.

Los resultados de esta investigación confirman que los principales motivos que llevan a las personas a visitar un destino son la oferta cultural, la naturaleza, la gastronomía, las compras y el turismo de salud, ocupando la gastronomía el tercer lugar en orden de importancia entre las motivaciones de viajes.

¿Las comunidades receptoras se dan cuenta de la importancia de la gastronomía como un factor diferenciador en las propuestas turísticas y que complementa a la oferta local?

Según el informe de la OMT este segmento turístico “ofrece un enorme potencial para estimular las economías locales, regionales y nacionales y para mejorar la sostenibilidad y la inclusión”. Consideran que experimentar con comidas y bebidas para los viajeros del milenio está al mismo nivel que el de visitar obras arquitectónicas, escuchar conciertos o admirar obras de arte en un museo. Asimismo recomiendan desarrollar una herramienta de colaboración público–privada para mejorar la gestión de la gastronomía, y contribuir a impulsar otros sectores económicos, como la agricultura orgánica y la fabricación de alimentos con certificación de calidad a nivel local.

En la tarea de revisar las páginas de turismo de los destinos, la oferta gastronómica no está presente en la mayoría de ellas, más allá del nombre y foto del salón de algún restaurant. Un reto actual para los profesionales de turismo es incorporar esta innovación en las redes sociales y en la comunicación formal, para satisfacer el deseo de información de un nuevo consumidor cultural.

Hay muchas razones para explicar la importancia del turismo gastronómico como un recurso en constante crecimiento:

  • Es una propuesta atemporal, que no tiene estacionalidad y que engloba a todos los estratos sociales.
  • Es convocante para todas las edades y en todas las épocas del año.
  • En la competencia entre destinos que ofrecen productos similares (por ejemplo sol y playa) constituye un elemento diferenciador y permite desarrollar una propuesta comercial única y auténtica, utilizando el patrimonio inmaterial de cada comunidad, el uso de sus maneras de cocinar, que se traducen en sabores y olores especiales al degustarlos.
  • El patrimonio cultural inmaterial de la gastronomía tiene la particularidad de estar en continua evolución. A partir de la llegada de los inmigrantes del pasado y los actuales, la gastronomía de cada lugar se enriquece con nuevos alimentos y nuevas formas de cocción que hay que sacar a la luz para ofrecerlas al público visitante.

Para llevar adelante la gestión del turismo gastronómico se requiere de una hoja de ruta construida con la participación de actores del sector público y privado, que refleje un profundo trabajo hacia el interior del destino para mejorar la calidad de la oferta gastronómica. Esto es realmente importante, dada la proliferación en el mercado de pequeños prestadores de servicios que por sí solos no pueden encarar este tipo de innovaciones. En este sentido, se propone trabajar con invitaciones a grandes cocineros para definir la identidad culinaria, generar guías gastronómicas promocionales, organizar eventos para mostrar los avances logrados y producir material de difusión con formatos adecuados a diferentes medios de comunicación y redes sociales.

Por último, se estima que la clave del éxito del turismo gastronómico está atada a la capacidad de los actores públicos y privados para liderar un proceso innovador y creativo, generando un equipo de trabajo asociativo en red, munido de ciertas dotes de audacia y con una clara visión a largo plazo.