A 14 días del inicio oficial de la temporada, Pinamar ingresa a esa metamorfosis característica de la pre temporada. Todos y cada uno de los emprendimientos que son prestadores turísticos se preparan para incrementar su convocatoria.
Pinamar y la región costera ya transitan la vigilia de la espera por una nueva temporada. Un inicio que se vio propiciado por los propietarios no residentes quienes presionaron y lograron permisos de circulación. A ellos hay que agregar a quienes decidieron buscar otro estilo de vida, un fenómeno de otros tiempos que se repite en estos días.
Mientras se aprecia el sonido de la actividad de la construcción que apura lasa terminaciones de sus edificios se pueden ver los síntomas inequívocos de que hay más actividad no solo en los comercios sino también en el tránsito donde Pinamar vuelve a mostrar el costado flaco de la falta de espacio para estacionar.
Los bares y restaurantes que tímidamente han abierto sus puertas ven como de a poco la clientela se incrementa y los horarios se estiran en busca de amortizar el efecto con que la pandemia tiñó a la actividad comercial.
El home office ha incidido sobre el fenómeno de visitar Pinamar y quedarse. Ello da como resultado mayor demanda de alquileres, pero sin que nuestros visitantes descuiden el bolsillo.
Las inmobiliarias de la zona reconocen que buena cantidad de quienes, en períodos pico, aprovechaban sus propiedades para ponerlas en alquiler, esta vez las retiraron de las vidrieras para usarlas ellos.
En un reportaje realizado hace unos días, el presidente de la Cámara de Turismo de Cariló admitió que está todo preparado para recibir al turismo ya que se han cumplido con todos los protocolos prescriptos por las autoridades sanitarias. Es más recalca que hay un notorio sentimiento de solidaridad entre vecinos.
Actualmente, según coinciden operadores del sector, el nivel de reservas es similar o en algún caso incluso superior a la misma fecha del año pasado. Los mejores resultados se advierten en Cariló. En Pinamar, Villa Gesell y Mar del Plata, en ese orden, el ritmo de consultas crece, aunque las concreciones todavía no son las esperadas.
Se visualiza actividad y se observa mayor cantidad de vehículos. No falta quienes afirman que en relación a la misma época que el año anterior se registran más alquileres y mayor presencia de turistas.
Sin dejar de pensar en las precauciones es evidente que hay un incremento bienvenido que deberá ser correspondido con una mejor atención. Que así como ocurrió en la temporada anterior, hoy podemos decir que otra circunstancia exógena influye sobre el éxito de la convocatoria local. Es que en 2019 Pinamar se vió perjudicada por el cambio de la moneda, hoy la situación es diferente ya que nos vemos beneficiados por el hecho de que el presidente oriental, Luis Lacalle Pou, dijo que se cerraban las fronteras para el turismo.
Foto: Diego Medina para Infobae.