Juan Carlos Desanzo es un reconocido director de cine, guionista y director de fotografía argentino que posee una prestigiosa trayectoria avalada por un sinnúmero de films de los cuales fue partícipe.

Hoy es un vecino más de Cariló, que es el lugar que eligió para disfrutar de un merecido descanso, lo que no quita que tenga una opinión formada en torno a todo lo que acontece con su profesión, el cine.

Luego de dos décadas, Pantalla Pinamar no se realizará por diferentes motivos, entre ellos, el cambio de autoridades en el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA).

Consultado acerca del tema, Desanzo señala su crítica a la política del instituto: “Es realmente terrible que un festival como Pantalla Pinamar desaparezca de nuestro partido porque era para mí de los festivales más importantes que teníamos. Venían películas de todo el mundo. Y era un festival que, además, costaba monedas. Por ejemplo, el otro gran festival que tiene la Argentina, el de Mar del Plata, estaba muy bien programado por Fernando Steiner, un gran director argentino, que claramente era el director del festival. Hoy han contratado a un extranjero, a una carrada de dólares para que hiciera la programación, una cosa realmente lamentable, y que nosotros no tengamos la oportunidad de gozar, más que nosotros, porque viene gente de todo el país a ver las proyecciones de Pantalla Pinamar, me parece realmente muy lamentable”.

La lectura de Desanzo acerca del tema no incluye las potenciales internas, ya que desconoce estos aspectos; lo que sí entiende es que hay una sistemática predisposición de las autoridades del INCAA a anular todo lo que tenga que ver con la cultura, hecho que califica como un rasgo natural de este gobierno y su gestión.

“Una vez anduve de gira con Facundo Cabral en Israel y él tenía una canción muy linda que decía que los gerentes solo decían ‘gerenteses’. Realmente estos tipos no saben nada de cine, ni de cultura, ni de nada; están en un tratamiento sistemático de eliminación de la cultura y, sobre todo, del cine nacional, que se pasea por el mundo con producciones de primera calidad que tienen que ver con nuestra identidad, con nuestras emociones, pareceres, en fin. Ahora parece que se van a dedicar a hacer películas de tipo comercial y no tienen nada que ver con lo que se venía viendo hasta ahora. Cuatro o cinco películas al año quieren hacer. Han dado un vuelco completamente poco razonable, cambiando la temática del cine nacional. Olvidables y que tengan una gran generación de boletos para que digan: ‘Mirá, fueron un millón de personas al cine y entró tanta cantidad de dinero’, pero por otra parte se van a dejar de hacer algo así como cien películas de un cine independiente, nuevo y joven, que se regodeaba por el mundo y todos los festivales con películas distintas y de corte independiente que no las vamos a tener más”, recuerda.

Desanzo va más allá del festival local y se lamenta de que muchas expresiones valiosas de nuestro joven cine no se generen y, por ende, no trasciendan. “Con respecto al festival este de [Carlos] Morelli, me parece un atentado a la cultura realmente impresionante”.

Pero el director se muestra optimista, piensa en el Espacio INCAA del Teatro de la Torre, especula con que las distribuidoras facilitarían las películas y estima que con poco dinero se podría hacer algo parecido, al menos con la misma vigencia cultural.

“De algún modo, serviría para acercar a un público masivo pero lo que importan son las películas, que realmente se consiguen por muy poco dinero, casi nada. Antiguamente, cuando había festivales de menor jerarquía, como lo era Pantalla Pinamar, las editoras facilitaban las películas porque era un modo de promoción, pero, claro, ahora todo está cambiando. La difusión del cine es otra. Todo se hace a través de DVD. Ya no existe más la ‘película’. Ahora todo es digital”, concluye.