Con la “marea verde” de un lado y “los celestes” del otro, la Cámara de Diputados de la Nación sesionó durante 20 horas y aprobó el proyecto de Ley. Cubrimos la calle y el Palacio.
Pocas veces en la historia suceden estas cosas. La participación ciudadana, en la política, es a través del voto pero hay demandas sociales que son desoídas durante años, entonces la ciudadanía encuentra el modo de hacerse escuchar, movilizando, manifestando en las calles. La historia de las conquistas por los derechos de las mujeres fue siempre la misma, sin excepciones, no quedó otra que salir a exigir, a gritar, a marchar, ante la sordera. “Ninguna conquista se logró con tibieza” es una de las frases emblemáticas del feminismo Argentino y refiere a la lucha que significó cada avance en derechos.
El proyecto de ley de Interrupción voluntaria del embarazo es una demanda que comenzó a hacer pública la Campaña Nacional por el Aborto Legal, Seguro y Gratuito hace 15 años, se presentaron 9 proyectos, se militó en las calles y las redes en los últimos años, se debatió en 2018 en ambas cámaras y, esta vez, tiene el peso de ser enviado al congreso desde el ejecutivo nacional, en respuesta a una necesidad de salud pública para garantizar la igualdad de acceso a la práctica y el respeto a la decisión personal. El proyecto va acompañado del Plan de los 1000 días, como ya contamos en "COVID Y MUJERES".
“Nadie quiere llegar a un aborto pero pasa. Me pasó a los 16 años, me falló el método anticonceptivo. Yo tomé la decisión de interrumpir ese embarazo completamente consciente”. (Diputada Cecilia Moreau)
La sesión, para tratar el proyecto de ley en el Congreso, comenzó en la Cámara de Diputados de la Nación alrededor de las 11 de la mañana del jueves y se extendió durante 20 horas, con una vigilia rotunda en las calles, una “previa” extendida.
Abrió la sesión la Diputada Cecilia Moreau, del Frente de Todos, quien contó anteriormente, en la reunión informativa del 4 de diciembre, que a los 16 años pasó por un aborto porque le falló el método anticonceptivo, que decidió consciente la interrupción, tuvo apoyo de su madre y pudo hacerlo en un lugar “seguro” y costoso de Recoleta. Pero que lo doloroso no fue la decisión sino el miedo, la estigmatización de hacer algo prohibido y el saber que, algunas de las compañeras de su colegio, pasaron por lo mismo pero no tuvieron las mismas posibilidades que ella, en lo económico, que quedaron traumatizadas, que no murieron pero algunas tuvieron daños irreversibles en el útero.
Mientras se sucedían los discursos en el recinto, afuera la vigilia. Firme, con mucha expectativa. Un vallado dividía la plaza del Congreso en los dos sectores. Los “celestes” para el lado de Avenida Entre Ríos y “la marea verde” para Callao. Del lado verde, un escenario principal y la carpa de prensa de la Campaña nacional esperaban para comenzar las actividades a partir de las 18 horas. La vigilia venía del día anterior, pero los 33 grados del jueves tuvieron a la mayoría “haciendo el aguante” a la sombra, como expresó Nadia, una joven que vendía aros y pines artesanales del pañuelo verde: “Pinto cuadros, soy niñera y animadora, pero me quedé sin trabajo con la pandemia y me salvó el IFE, con eso pude emprender esto”, contó la joven.
Alrededor de las 19 horas, cuando el sol dejó de castigar las ganas, comenzaron a llegar en forma masiva, agrupaciones, columnas de sindicatos, jóvenes y familias enteras.
La reposera, los carteles, los pañuelos y las banderas, comenzaron a pintar un cuadro verde y violeta cruzado con los colores de la diversidad. La alegría se adueñó de las calles, con música y expresiones artísticas, con baile y lecturas, con glitter de nuevo pero esta vez con el protagonista del año, el barbijo. Nada impidió que la espera fuera una fiesta.
Pasadas las 21 horas, las actrices Argentinas hicieron una lectura colectiva en el escenario principal, siguió el pañuelazo masivo y la fiesta. Cada tanto, parecía que algo más importante que bailar y cantar estaba pasando, y entonces, el silencio. Eran los discursos de algunas diputadas o diputados que atrapaban la atención, a través de las pantallas gigantes que transmitían ininterrumpidamente.
Si algo caracterizó a este debate parlamentario, esta vez, fue la mayor preparación en conocimientos, en historias y relatos, en análisis, datos y evidencia, que aportaron las/os legisladores. Se notó la formación que pudieron adquirir estos años entorno a estos temas. Pero también volvieron a argumentar en base a creencias religiosas y dogmas, eso no cambió respecto al debate del 2018. Las exposiciones en contra del aborto se fundaron nuevamente en la vida desde la concepción y agregaron la idea del momento “inoportuno” para discutir el tema, para un legislador era inoportuno por la época del año, para otra Diputada por el año de pandemia. “Inoportuno les parece siempre” se escuchaba entre las militantes feministas del Parlamento que ahora son un 20 % más que hace dos años, según un informe de la Subsecretaría de Asuntos Parlamentarios. ““El momento era antes” respondió la periodista Mariana Carbajal, en una entrevista exclusiva realizada en el Salón de los Pasos Perdidos.
“Dicen que el momento no es oportuno y claro, el momento era antes, era ayer”(Mariana Carbajal- Periodista Página 12)
La Ministra Elizabeth Gómez Alcorta marcó su presencia, durante el tratamiento, con un rol protagónico, dando información a los medios y respondiendo preguntas en el salón dispuesto para las conferencias de prensa. “Estoy viviendo este momento con la responsabilidad enorme que tenemos todas las funcionarias que ocupamos el primer Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad”, dijo la funcionaria y remarcó que “esta agenda tiene muchísimos años y además tenemos, en nuestras espaldas, las más de 3000 mujeres que han muerto, desde que recuperamos la democracia. Trabajamos para que nunca más, en nuestro país, una mujer muera por aborto clandestino”, expresó.
Otra mujer que fue relevante en el armado fue Malena Galmarini de Massa. La presencia de funcionarios/as del gobierno nacional, como Dora Barrancos, Vilma Ibarra y Ginés Gonzáles García dieron muestra de la importancia de la jornada, asimismo el paso de referentes históricas de la Campaña, como la médica y psicoanalista Martha Rosenberg. “Haciendo historia” decía la remera de una agrupación de mujeres que se perdía en la marea verde. Allá afuera podían leerse mensajes en pasacalles, afiches, banderas y carteles, remeras y todo tipo de artesanías o productos de la infaltable feria feminista. “Nuestras abuelas nos dieron el voto, nuestras madres el divorcio y nosotras les daremos, a nuestra hijas, el derecho a decidir”, una de las tantas frases que llenaban de contenido las calles.
Empezó a salir el sol y las pantallas seguían la transmisión, mientras la multitud aguardaba firme, en una postal inolvidable; algunas/os dormitaban en las calles con las cabezas apoyadas en sus mochilas.
“El mundo es injusto efectivamente porque está construido hace 500 años sobre un sistema basado en la explotación de las mujeres y la naturaleza”(Diputada Gabriela Cerruti)
Cerca de las 7 de la mañana sonó la alarma. Sergio Massa anunciaba la última oradora antes de la votación, era la diputada Gabriela Cerrutti del Frente de Todos quien encendió la chispa durante varios momentos de la exposición. “Cuando una ley se construye sobre las luchas, sobre los reclamos de las organizaciones y colectivos, es cuando esas leyes cambian el paradigma, cambian la cosmovisión y se convierten en sentido común colectivo”, comenzó Cerrutti. “No es una novedad que este mundo es injusto, que hay miseria y que este no es el mundo que queremos”, argumentó luego, en referencia a que el sector celeste traía a colación el año de pandemia como motivo para no debatir la ley, y continuó: “Lo sabemos perfectamente las mujeres porque durante siglos nos obligaron a parir y miraron para un costado cuando los pibes crecen en la pobreza. Y así como hoy se conmovían todos con los derechos y el milagro del embrión, no los veo conmoverse igual cuando matan a un pibe de 14 años por la espalda. El mundo es injusto efectivamente, pero la respuesta no está en nuestro útero, al contrario, es injusto porque está construido hace 500 años sobre un sistema basado en la explotación de las mujeres y la naturaleza”.
La Diputada pidió “una sociedad con menos hipocresía, con menos secretos y clandestinidad” y remarcó la importancia del deseo de las mujeres, ese deseo de otros proyectos fuera “de la cocina y el dormitorio”, el deseo de decidir maternar o no. “Hemos sido la mano de obra barata que sostuvo este sistema en el último siglo. No hubieran construido sus negocios, ni sus fábricas ni fortunas si no hubiéramos estado nosotras en las casas, cuidando a los hijos, padres y maridos. Lo queremos hacer cuando lo decidamos nosotras”, remarcó antes de cerrar con: “por las pibas que están en las calles, por las pioneras y las ancestras, que sea ley”.
Los aplausos coincidieron, en la calle y el Palacio. Y llegó ese momento tan esperado. El silencio se hizo carne y diputados anunció “131 votos a favor, 117 en contra y 6 abstenciones”. La marea verde estalló. En saltos, abrazos, gritos de alegría, estrofas conocidas y llantos de emoción. La vigilia valió la espera.
Una jornada histórica para la Argentina, que repercute en Latinoamérica y el resto del mundo. Ahora le toca al Senado. Será el 29 de diciembre.
Fotografías de Regina Salgado.