Mensaje de cuarentena: “En Jesús resucitado, la vida ha vencido a la muerte”

Enviado por el equipo de comunicación de la parroquia Ntra. Sra. de la Paz

La celebración cristiana del domingo coincide con la nueva etapa que se abre de la cuarentena general por el Covid-19, dispuesta por el gobierno nacional, que cumplió la tercera semana de vigencia.

Las autoridades, empezando por el propio presidente, Alberto Fernández, apuntan a una inminente flexibilización consensuada de las restricciones, merced a la cual no se abandonen los cuidados y el resguardo ante exposiciones al contagio que sean evitables, pero sí se comiencen a liberar, selectivamente y con recaudos, prácticas laborales que permitan poner en marcha la economía.

Los sacerdotes y laicos se vienen desempeñando codo a codo en las comunidades con los trabajadores sanitarios y asistidores sociales que se encuentran en la primera línea de combate al virus, al lado de quienes lo necesitan.

Entre las colectas de víveres, reparto entre los más vulnerables, acompañamiento a los enfermos y contención espiritual coparon la agenda de las parroquias, en cuyo contexto se ha generalizado la transmisión de las misas por Facebook para evitar los contactos físicos de la concurrencia.

Al padre Marcelo Panebianco se lo puede encontrar en la página del grupo de amigos de la parroquia Ntra. Sra. de la Paz, solo, frente a una cámara, cumpliendo con los rituales cristianos.

Los horarios que quedan de Semana Santa para las emisiones son:

  • el Viernes Santo, a las 15, celebración de la Pasión del Señor;
  • el sábado, Noche Santa, a las 20, Solemne Vigilia Pascual;
  • el domingo, Misa de Pascua, a las 11.30.

El obispo de nuestra diócesis, monseñor Gabriel Mestre, también se dirige a los fieles desde Mar del Plata instando a “celebrar juntos desde casa la Semana Santa 2020, cuidándote, cuidándonos y cuidando especialmente a los más vulnerables”.

Fundamentó afirmando que “el poder de la pascua de Cristo te abraza hoy y siempre, porque la pascua de Cristo trasciende el tiempo y el espacio”.

Porque aconteció hace 20 siglos y permanece y porque hoy es posible recibir desde casa la protección, la bendición y el cuidado de Dios.

El papa Francisco, en su mensaje pascual a través de los canales de difusión del Vaticano, invocó la vida inusual a la que se ven obligadas las familias para evitar el contagio.

“Pienso en la vivacidad de los niños y los jóvenes, que no pueden salir, ir a la escuela, hacer su vida. Llevo en mi corazón a todas las familias, especialmente a las que tienen algún ser querido enfermo o a las que desgraciadamente están de luto por el coronavirus u otras causas. En estos días pienso a menudo en las personas solas para las que es más difícil afrontar estos momentos. Sobre todo pienso en los ancianos, a los que quiero tanto”, sostuvo.

Se refirió asimismo “a los que están enfermos a causa del coronavirus, a las personas ingresadas en los hospitales. Tengo presente la generosidad de los que se exponen al peligro para curar esta pandemia o para garantizar los servicios esenciales a la sociedad. ¡Cuántos héroes, de todos los días, a todas las horas! También recuerdo a los que pasan apuros económicos y están preocupados por el trabajo y el futuro. Pienso además en los presos en las cárceles, a cuyo dolor se suma el miedo a la epidemia, por ellos y por sus seres queridos, pienso en los que carecen de domicilio, que no tienen un hogar que los proteja”.