“Mi llegada fue bastante traumática”

Su incorporación al Concejo y la reacción de la otra corriente justicialista, más el acompañamiento de otros concejales, han dado lugar a una situación un tanto confusa y con la elevada carga simbólica de que en apariencia se quiere demostrar que “no hay lugar” para la recién llegada.

Tras el cataclismo que implicó el caso Galarza para el Honorable Concejo Deliberante de Pinamar, aún las aguas no han vuelto a su cauce normal. El ingreso de la novel concejal Nora Ponce en su lugar comenzó con rispideces y un combate cuerpo a cuerpo por un espacio dentro de las instalaciones. Después de varias declaraciones, Pionero contactó a la concejal suplente para conocer su versión de los hechos.

–¿Tenés espacio dentro del recinto?
–No. Mi llegada evidentemente fue bastante traumática. No tengo espacio físico. Al día siguiente de asumir me reuní con la presidente y le hice formalmente la petición de un espacio y me encontré con una respuesta arbitraria, ilógica e ilegal, por lo que inicié expediente por mal desempeño del reglamento interno, porque fui a acordar y dialogar, y no me escucharon. El espacio del Frente para la Victoria (FPV) no tiene nada que ver con el de Unidad Ciudadana (UC), porque participaron en momentos diferentes, con listas diferentes, y lo que dice la junta electoral, el reglamento interno y asesoría general de gobierno es que no corresponde. Entonces, UC debería pedir su propio espacio, su propia secretaria y sus propias herramientas.

–¿Falta espacio? ¿Esto es usado políticamente?
–Sí. Yo fui a dialogar, a ver cómo podíamos acomodarnos y lo que recibí del otro lado fue una arbitrariedad, más allá de la diferencia con Gregorio Estanga [ella alude a la lista compuesta después de las PASO 2015, en la que queda en tercer lugar, siendo desplazada por el edil], pero jamás se comunicó conmigo; es más, he recibido descalificaciones y agresiones públicamente. Pero me decepcionó un poco la actitud de la presidente del HCD; por lo que escuché desde afuera, por lo que sucedió anteriormente, creo que hubo un acuerdo o arreglo político sucio. Hoy no me representa, no me siento representada por ella y no me tuvieron en cuenta para las comisiones. Yo represento a muchas mujeres, muchas mujeres se sienten representadas por mí, tal vez muchas no, muchos niños y familias, porque lo que pretendo es seguir trabajando y exigir mis derechos, bajo la responsabilidad que me otorgó la ciudadanía legítimamente.

–¿Esto te da rabia o impotencia?
–No; es un desafío, un intento de desarticularme, pero yo ya he vivido esto, siempre he tenido que demostrar con mi trabajo, en su momento con Hernán Muriale, cuando empecé en un rinconcito y llegué a la secretaría. No sé; mi figura debe ser muy importante y deben necesitar desarticularme.

–¿Cuál es el argumento para atacarte?
–No sé. No se entiende. Yo no negocio mis valores. Me han reclamado por trabajar en diferentes espacios y lo seguiré haciendo porque lo social no tiene banderías, tiene que ver con devolver a la sociedad lo que en algún momento necesitó mi familia, por eso dentro del HCD no voy a ser parte del sector que apañó un hecho tan aberrante. Yo entro a través del FPV; no tengo nada que ver con UC. Habrá que ver qué hace el concejal Estanga, si quiere seguir trabajando en el FPV, porque desde hace rato se viene mostrando con otro frente. Yo lo único que pretendo es trabajar en nuestro bloque histórico y que UC tenga su propio espacio y si Estanga quiere puede separarse e irse a trabajar con UC. Lo que no está bien es que dos bloques se unifiquen cuando no tienen nada que ver, ni siquiera en los espacios de comicios. Acá se trata de una medida política para desarticularme, avalada por la presidencia.

–¿Cómo trabajás mientras tanto?
–Mientras tanto, trabajo, integro las comisiones, pregunto y al finalizar sigo trabajando en casa, a la espera de que se resuelva esta situación. Creo que la función de Ferretti fue la de bloquear el acceso de alguien de Cambiemos a la presidencia del HCD y allí terminó todo. Lamento que se haya prestado para eso.

Nora Ponce sigue diciendo sentirse discriminada, e intenta que sea la presidencia la que resuelva esta cuestión, pero en concreto parece ser una interna más que el justicialismo pone en la mesa para que todos intervengan, como viene sucediendo en los últimos años.