Fernanda Aguilar es diseñadora de modas y fue convocada, en función de su trabajo comunitario, como representante en la región de la firma que organiza el certamen de Miss Mundo. Si bien esperaba repercusión por la buena noticia, nunca pensó que el tema iba a derivar en alternativas que no comparte.

–¿Qué pasó con la elección que no se hizo pública?
–El evento que iba a hacer públicamente lo suspendí. Miss Mundo sigue. Ya tenemos las elegidas. Está toda la información en la página y la pueden seguir. Viajamos el 28 con estas ganadoras de cada localidad, para seguir en competencia. La elección se hizo sin público para preservar a las participantes, aunque en realidad tomé esa medida por las amenazas que recibí.

–¿Cuál ha sido la recepción?
–Buena, teniendo en cuenta que estamos en baja temporada y que no tuvimos el tiempo suficiente como para hacer una difusión más profunda y efectiva. Quise centralizar el evento en Pinamar para darle empuje a la baja temporada y generar todo lo positivo que produce este tipo de certámenes. Tuve muchas consultas por privado en la página y yo explicaba lo que era el talento: podía ser un talento deportivo, artístico, tenía que ver mucho con la tarea social, si en algún momento de su vida había hecho algún tipo de trabajo comunitario; de hecho las chicas, cuando ganan, tienen que hacer una tarea comunitaria eligiendo un lugar de su ciudad. Después también tenían que tener un conocimiento previo, iban a representar a una ciudad, saber la historia de su lugar.

–¿Estima que esto provoca un ansia de superación en las concursantes?
–Esto las hace crecer desde muchos lugares. Las ganadoras son chicas de 17 ó 19 años, en donde están viviendo una experiencia increíble, en donde las están formando, están conociendo de su ciudad si no lo conocían. Si quizás no tenían un talento o no habían pensado en sus vidas en llegar a tener un talento, hoy se están ocupando en tenerlo. Están involucrándose con comedores de su ciudad, con problemáticas sociales que quizás en otro momento no miraban. Ellas están fascinadas, tienen una emoción enorme y jamás pensaron que presentarse en un concurso de belleza tenía que ver con todo esto. Están viviendo una experiencia única y se comunican con estas 135 ganadoras de distintos distritos donde van a participar el 28 de julio. Tienen un grupo de Whatsapp con un coach que las va guiando en este proceso, donde les hacen ver que no es una competencia sino que todas son iguales, que es un sueño, que hay que acompañarse. Ellas me están haciendo vivir un sueño a mí también. Van y se quedan dos días, donde pasan distintas pruebas, donde tienen charlas, donde ensayan, es enriquecedor desde muchos lugares.

–¿Con relación a algunos comentarios adversos, ha tomado alguna medida?
–No está bueno esto que sucedió pero hay que poner un punto y defenderme porque soy buena gente y de hecho lo he demostrado desde el primer día que elijo vivir en Pinamar y de hecho me comprometí desde el primer día. Me parece injusto que se me juzgue de esta manera, que se mezclen las cosas. Me parece injusto que se tome tan ligeramente el tema de la violencia […]. En realidad, yo he sufrido violencia laboral, violencia psicológica, maltrato. Me han humillado, me han amenazado, han venido al ciclo de charlas que estábamos dando en junio y de mala manera han querido imponerme su idea, que respeto pero no comparto. Además de ser presidente de Mujeres por Pinamar, soy diseñadora de moda, trabajo con la moda, trabajo con la belleza y la verdad es que es algo privado de mi vida y no te podés meter con eso. Yo voy a llegar legalmente hasta donde tenga que ser. Tengo una abogada que me está asesorando. Hay una denuncia y considero que la empresa también tome acciones legales porque es muy injusto lo que pasó y las personas que hicieron tanto daño deberán dar cuenta de lo que hicieron; no solo me perjudicaron a mí, quisieron ensuciar a la organización Mujeres por Pinamar, que no la llevo adelante yo sola sino que hay un grupo hermoso detrás.

–¿Pensó en que podía haber otra connotación?
–Pensé que hasta podía ser un boicot político porque cada vez que hay elecciones quieren romper Mujeres por Pinamar, pero no sé. Molesta. Molesta que estemos todo el tiempo en acción. No sé qué pensar. Una de estas chicas que me difamó durante todo este tiempo, que pertenece a este grupo, fue el primer caso que yo tuve, que vino a pedirme ayuda por su mamá porque sufría, y la ayudé y hoy ella está ejerciendo violencia con la persona que ayudó a su mamá.