Antes de comenzar quiero aclarar que no soy experto en cuestiones de urbanismo, solo un conciudadano con preocupaciones y sentido de responsabilidad generacional. Tampoco he obtenido la posibilidad de informarme en detalle del proyecto en discusión, o sea, la modificación del COU de Pinamar. Si he tenido acceso a algunas exposiciones que me permiten emitir una opinión, especialmente sobre algunos argumentos y criterios emitidos en esta discusión.

Aparentemente y visto desde afuera, la intensión del proyecto señalada es incrementar los negocios inmobiliarios, posición de un intelecto mezquino, sin medir las consecuencias del desarrollo sustentable para futuras generaciones. Vemos el destrozo ambiental reciente producido en la pretendida urbanización La Mansa como referencia.

Personalmente pienso que el primer y más importante paso en esta cuestión es definir el rumbo del balneario Pinamar que desean tomar los ciudadanos locales, inclusive los propietarios de viviendas temporarias. Obviamente la propuesta circulante de incrementar la población del Municipio de Pinamar a 450.000 habitantes con el argumento que la disponibilidad de espacio de playa soportaría esta densidad, es totalmente inviable por el simple hecho que el recurso hídrico sería insuficiente. La demanda de agua para la densidad poblacional apuntada representa aproximadamente 10 veces el aporte anual a los acuíferos existentes, según los antecedentes obtenidos del Dr. Capítulo. Implica por lo tanto utilizar las reservas geológicas. Sobre posibles daños ecológicos hay abundante información a nivel mundial y supongo que el doctor Rodrígues Capítulo la conoce.

Tomando en cuenta solamente este limitante surge la pregunta: cómo enfrentar un desarrollo sustentable del balneario Pinamar. Es obvio que no se puede prohibir nuevos asentamientos. Lo que sí que se puede hacer es desalentarlos y reducir de esta manera la tasa de crecimiento poblacional y consecuente demanda desmedida de agua. En todo caso se tendrá que, posiblemente, “importar” agua en el futuro. Y este desaliento propuesto es justamente lo contrario de los propósitos del proyecto de modificación del COU. Pinamar tiene que definir si se aspira a un balneario popular con masiva concurrencia de turistas y que generalmente tiene limitados recursos disponibles. Implica crecientes problemas ambientales y administrativos. Aspirar a desarrollar Pinamar hacia un balneario de categoría implica limitar el acceso a la tierra. Suena elitista pero el probable efecto será un importante incremento de valor y costo de los bienes inmobiliarios, o sea, un desaliento a un turismo masivo. Este concepto implica una política de desarrollo urbano con inversiones privadas y públicas de calidad estética y ambiental en forma constante. O sea, un proyecto integral de desarrollo urbano con imaginación, un objetivo bien definido y no solamente un ajuste del existente COU.

Utz Bahm
Cariló, Noviembre 2017