Múltiple actividad desarrollaron los bomberos de Pinamar

No obstante las pérdidas materiales experimentadas tras la tormenta, el saldo ha sido más que positivo. Cansancio, reconocimiento y satisfacción.

Sin proponérselo, la naturaleza y el azar dieron como resultado que esta semana tuviera en el eje de la noticia a los Bomberos Voluntarios de Pinamar. Primero fue la visita de la gobernadora, María Eugenia Vidal, al cuartel; luego, un fin de semana tormentoso que requirió de casi todo el potencial del cuerpo; y, por último, el mediodía del martes, momento en que el rabino Sergio Bergman, ministro de Ambiente de la Nación, realizó una nueva y prolongada visita al cuartel.

TRAS LA VISITA DE VIDAL
Consultado acerca de la llegada de la gobernadora, el jefe del Cuerpo de Bomberos Voluntarios, Hugo Curuchet, aseguró: “A Bomberos lo que le deja, más al personal, y por eso los teníamos a todos convocados, es saber que nos reconocen; no hablo tanto del pueblo de Pinamar, porque diariamente está a la vista que lo hace, y que una gobernadora venga, se interese en nosotros, como dijo la señora, y que pagaron algunas deudas que tenían con la federación y eso va a llegar a los cuarteles… Nos deja una experiencia muy buena saber que nos están reconociendo, que podemos seguir adelante con lo que hemos hecho. Como le dije, que la otra vez, después del incendio, el intendente vino sin prensa, solo, y vino a darnos un apoyo, y eso a nosotros nos sirve mucho, es como cuando vamos a un incendio y el dueño de casa nos da las gracias. Nosotros lo que necesitamos es el apoyo del pueblo, más allá de lo monetario, que nos reconozcan, que lo están haciendo y mucho; la verdad que más de una vez nos dejan impresionados. Esta es la primera vez que viene una gobernadora y se presenta por decisión propia, como lo dijo el intendente, y ve el trabajo, el esfuerzo que hay acá, el esfuerzo de cada integrante del cuerpo”.

Si bien la gobernadora reconoció el sacrificio del vecino en ocasión de sofocar el incendio de Valeria, para Curuchet, viéndolo desde la parte profesional, no es bueno que tanta gente participe en un incendio de la forma que lo hizo, ya que se corre el riesgo de que el vecino, en su entusiasmo y afán de colaboración, termine quemándose. A su juicio, quizás falta un poco de coordinación entre las entidades para poder educar al pueblo acerca de cómo y cuándo tiene que ayudar.

Con relación al Bosque Cariló, otro peligro latente, Curuchet entiende que es necesario hacer controles e informar al respecto. En relación a los caminos o senderos que la reserva, en particular, debe tener para facilitar la circulación de los móviles en ocasión de sofocar incendios, aseguró: “Eso es algo técnico que va a llevar mucho tiempo porque la población ya está establecida y tenemos que sentarnos, tanto Bomberos como Defensa Civil, la Municipalidad y gente especializada en el tema para diagramar un plan de trabajo, tanto para salir como para entrar de emergencia. Nosotros tenemos que entrar a trabajar al incendio con las unidades de gran porte por un lugar donde no esté saliendo la gente despavorida”.