“Necesidad y urgencia”, según el Ejecutivo

Si bien la expresión es adecuada para calificar los decretos inapelables de un gobierno, esta categorización fue hecha acerca de acrecentar las posibilidades de explotación de un balneario, una vez concluida la temporada.

Esta semana el tema que rondó los pasillos del Honorable Concejo Deliberante y de Shaw 18 fue sin dudas el del pedido de Ufo Point de una autorización para continuar con el negocio de nocturnidad, así como lo venía haciendo hasta el año pasado (habilitado por la licitación anterior) y como lo hizo esta temporada (sin permiso).

Lo raro fue que, en medio de la licencia del director de Frente Marítimo, el secretario de Gobierno de la Municipalidad de Pinamar, Guillermo Benítez, convocara a una reunión de la Comisión de Frente Marítimo para definir “por cuestiones de urgencia y necesidad”. El temario estaba integrado por los siguientes puntos: “1) Pasarelas de acceso peatonal a playas sobre Frente Marítimo; 2) Situación Puerto Banus y procedimiento a seguir; 3) Situación Cabo Blanco y 4) Habilitación UFO Point”.

Observando los puntos que se tratarían en la reunión convocada de urgencia el viernes pasado, se puede advertir que el que el primero se refiere a pasarelas cuya oferta única fuera aprobada por el HCD hace no demasiado tiempo, y de las que solo resta evaluar la colocación (algo que debería definir el Ejecutivo); el segundo es sobre un parador que posee una deuda importante, por lo que debieran continuarse los pasos administrativos correspondientes; el tercero se corresponde con una problemática del parador de Cabo Blanco, que tiene una situación judicial a raíz del corrimiento del ex Bacota, ya que se pisan los patios de carpas, y por lo que el titular ofertó desistir la medida judicial si se lo relocaliza, pero en Cariló; y, por último, el pedido del titular de Ufo Point de contar con una habilitación para boliche, que, dado que ha transcurrido toda la temporada funcionando de esa manera sin inconvenientes, no habría apuro alguno en resolverlo de manera inmediata, ya que hasta la temporada siguiente no la necesitaría. Es decir, ninguno de los cuatro temas revestirían el menor viso de necesidad o urgencia, como para convocar de manera inmediata a la Comisión de Frente Marítimo, sobre todo cuando el director del área no se encuentra.

Ahora bien, dada la predisposición mostrada por el Ejecutivo por votar favorablemente el otorgamiento de la habilitación para Ufo Point, parecería ser ése el punto álgido de la convocatoria. El tema es que en la licitación anterior el parador contaba con una habilitación que le permitía realizar esta actividad, pero con la nueva licitación (la que diera lugar a los nuevos balnearios) los servicios con los que puede contar cualquier UTF son gastronomía y sombra, con lo cual no podría realizar en principio la actividad solicitada por el parador Ufo Point. Como existe un artículo en el pliego que asegura que, de solicitarlo, podría cambiarse el destino del rubro, siempre y cuando se dé el pedido del titular y la aprobación de la Comisión Mixta, de manera urgente se convoca a la Comisión Mixta, mostrando la clara intención del Ejecutivo de otorgar el permiso al parador.

La Comisión Mixta está integrada, casi en su totalidad, por miembros del Ejecutivo, salvo dos concejales (Augusto Urrizola y Maximiliano Santini), aunque, según lo acordado al momento de conformar la comisión, todos los concejales pueden asistir, siendo solo aquellos dos los que cuentan con voz y voto. Si bien para el viernes todo estaba resuelto, coincidió que en la fecha propuesta Urrizola no pudo asistir, por lo que, representando al HCD, solo Santini podía emitir su voto. Aunque esto no impedía el desarrollo de la votación, se pidió un cuarto intermedio para poder analizar si el pedido podía realizarse, por lo cual se dejó para esta semana la votación.

En particular sobre el tema, este medio consultó a Martín Viotti, como concejal de la oposición y por su relación de años con el negocio de la playa. Él planteaba: “Creo que deben existir las dos cosas, el espacio para el esparcimiento y el respeto por el descanso de quien lo viene buscando. En esta situación se da algo parecido que con la franja de Sabia y Mr Jones. A lo largo de estos años ha habido conflictos con los vecinos de los edificios ubicados en el lado del continente. Por esto sugiero que se retome la idea de reubicar la zona de nocturnidad, que puede ser en la playa pero más lejos de la zona residencial, para evitar el conflicto”.

Es cierto que turísticamente la explotación del frente marítimo es mínima, que podría explotarse de noche, con recitales, bares, etc. Algo que atraería al público local y visitante para poder comer, tomar una copa o encontrarse con amigos en medio del mágico escenario de estar frente al mar; sin embargo esa variable, la de una recreación nocturna más tranquila, tal vez para un público más adulto, menos ruidoso, no se estaría planteando, sino que se apunta a lo que se suele denominarse boliches bailables.

Hoy los gastos son otros. Se han acabado esas temporadas en las que se ganaba lo suficiente para “vivir todo el año”. Los cánones son diferentes. Los costos son más altos, por lo que hoy con el alquiler de sombra no alcanza. Los balnearios deben recurrir a la publicidad, a convenios con empresas o estos “boiliches” para recuperar el dinero. La cuestión es hasta dónde estamos dispuestos a negociar para lograrlo. ¿No será que cuando atraigamos a los jóvenes alejaremos a los adultos? ¿Será negocio para la comunidad eso? Por estos días se define el asunto, aunque con solo dos votos que el HCD tiene dentro de la comisión, las cartas están echadas, y lo más probable es que Ufo o cualquier otro que lo pretenda se convierta en un boliche, más allá de las quejas o no de los vecinos.