Ni una menos convoca al paro internacional del 8M

Las organizadoras lanzaron, hace días, la campaña hacia el 8 de marzo. Más de 30 países del mundo ya se suman a esta propuesta que venció las fronteras de Argentina.

“Este 8 de marzo la tierra tiembla. Las mujeres del mundo nos unimos y organizamos una medida de fuerza y un grito común: Paro Internacional de Mujeres. Nosotras Paramos. Hacemos huelga, nos organizamos y nos encontramos entre nosotras. Ponemos en práctica el mundo en el que queremos vivir”. Así comienza el texto que define esta convocatoria organizada por las mujeres artífices de Ni una menos. Ellas son periodistas, abogadas, escritoras, artistas, activistas feministas y sobre todo creadoras de un movimiento que “ya deja de ser un colectivo folklórico con carteles, para pasar a ser un actor político en escena que comienza a marcar la cancha a los gobiernos”. En esos términos lo describe Florencia Alcaraz (periodista Ni una menos) y cita como ejemplo la reciente manifestación ocurrida en Washington y otras ciudades de EE.UU., donde más de medio millón de mujeres protestaron contra Donald Trump por sus declaraciones misóginas y racistas. Ni una menos marcó un punto de inflexión en la historia de la lucha feminista en nuestro país. Aquél 3 de junio de 2015 quedará en los libros, asimismo sus réplicas subsiguientes y el efecto dominó que está generando. “Gracias a las redes sociales esto se extendió por toda la región y esperamos que se siga magnificando para encontrarnos todas unidas el 8 de marzo, ya que esta problemática es mundial y en el caso de Latinoamérica estamos pasando por momentos muy complicados en relación a los derechos de las mujeres y la violencia que recibimos”, declaró Sabrina Cartabia (abogada Ni una menos). En el texto publicado por la página oficial del colectivo puede leerse una lista extensa del espíritu que motiva esta convocatoria para el próximo Día Internacional de la Mujer; algunos de los puntos que esgrimen son: “Paramos para denunciar que el capital explota nuestras economías informales, precarias e intermitentes. Que cobramos menos que los varones y que la brecha salarial llega, en promedio, al 27%. Que no se reconoce que las tareas domésticas y de cuidado son trabajo que no se remunera y suma, al menos, tres horas más a nuestras jornadas laborales. Que estas violencias económicas aumentan nuestra vulnerabilidad frente a la violencia machista, cuyo extremo más aberrante son los femicidios. Que para salir a trabajar dependemos de otras mujeres. Paramos porque nos faltan las víctimas de femicidios y tantas otras. Nos faltan las mujeres encarceladas por delitos menores que criminalizan formas de supervivencia, mientras los crímenes de las corporaciones y el narcotráfico quedan impunes porque benefician al capital. Nos faltan las muertas y las presas por abortos inseguros. Nos faltan las desaparecidas. Frente a los hogares que se convierten en infiernos, nos organizamos para defendernos y cuidarnos entre nosotras. Nos mueve el deseo porque vivas y libres nos queremos”. A menos de 2 meses del día citado, el Paro Internacional de Mujeres en el mundo ya ganó 30 países adeptos y marca la tendencia de un calendario 2017 feminista.