“¡No!” a un calendario con menos fines de semana largos

Ante el anuncio de las autoridades nacionales de un reordenamiento de los feriados que busca reducir su cantidad, los destinos turísticos nacionales han expresado su total desacuerdo con esta medida que lesionaría su actividad económica esencial.

Seguramente algunas personas se preguntarán que significa realmente el corrimiento de feriados para generar tanta controversia en la sociedad. Controversia que hoy se presenta como una dicotomía falaz entre turismo o educación, o 190 días de clases o dos feriados puente más en el calendario. Así planteado, el turismo perderá siempre en favor de la educación. Las dos actividades son importantes e inobjetables.

Para comprender el alcance de la medida que pretende implementar el gobierno nacional, basta recordar que el corrimiento de feriados y el establecer días puentes son dos estrategias de los gobiernos orientadas a facilitar el desplazamiento de los viajeros por períodos cortos de tiempo. Sus consecuencias más directas se miden por el incentivo que representa para el sector servicios y su invalorable aporte para paliar los inconvenientes de las pausas semanales intermedias en las actividades productivas nacionales.

Los países del mundo desarrollado han adoptado esta modalidad desde hace décadas y la Organización Mundial del Turismo, que se ocupa de la promoción y desarrollo de la actividad turística, recomienda a los estados que pongan el mayor énfasis en facilitar los desplazamientos turísticos de la población, conscientes de los innumerables beneficios que trae para un país.

Otros organismos internacionales, como las Naciones Unidas, han reafirmado que suministrar oportunidades a los pueblos para la recreación y el turismo es una importante e imperativa tarea que requiere inversiones, iniciativa, visión y juicio para encauzar estas actividades hacia el mejoramiento de la calidad de vida en las personas.

Sin embargo el turismo adolece de falta de continuidad en el año, tanto por razones climáticas como por la legislación laboral y educativa. Los turistas se concentran en un mismo espacio-tiempo en los periodos de vacaciones veraniegas o invernales. Esto afecta principalmente aquellas zonas donde el turismo constituye el sector de la economía que sostiene a sus habitantes. Una manera de combatirla es distribuir en el resto del año espacios vacacionales más cortos que incentiven distintas modalidades de desplazamientos por el territorio nacional a fin de fortalecer las economías regionales.

En Argentina la legislación sobre feriados nacionales se remonta a 1976, cuando se ordenan los días feriados y no laborables por ley. Más adelante se vuelve a legislar para trasladar al día lunes algunos feriados nacionales. Esta acción es la que se denomina “corrimiento de feriados” y permite tener fines de semana largos, desde el sábado y hasta el lunes inclusive. Actualmente los feriados nacionales y días no laborables son 18, entre inamovibles (15) y trasladables (3), y se rigen por el Decreto 1584/2010, que además estableció los “feriados con fines turísticos”.

Más allá de las consideraciones que anteceden y que revalorizan el aspecto económico del tema, no deben olvidarse los aspectos sociales. La recreación y el turismo son cada vez mejor reconocidos y aceptados como factores importantes en el mantenimiento y la mejora de la salud. Asimismo, el turismo tiene la inestimable tarea de poner en valor el patrimonio natural y cultural de una nación, puesto que la cultura y los paisajes son los atractivos con los que cuentan los destinos para atraer a las corrientes turísticas.

Resulta evidente que el Estado no debería limitar las posibilidades de viajar de aquella parte de la sociedad que puede hacerlo sino, por el contrario, debería estimular la participación cada vez mayor de la población en el disfrute del tiempo libre. Si el turismo ha sido incluido como política de Estado a través de la Ley Nacional de Turismo 25.997/2005, si tiene nivel de ministerio en el organigrama nacional, si se ha trabajado en un Plan Federal de Turismo con la participación de todas las provincias argentinas, es necesario que sean evaluadas las consecuencias negativas de una legislación contraria a lo actuado hasta el momento.