Pan y trabajo, sometidos a la emergencia sanitaria por el Covid-19

Enviado por el equipo de comunicación de la parroquia Ntra. Sra. de la Paz.

Pinamar, que había empezado a acomodarse a la “nueva normalidad” de la fase 5, con más actividades liberadas, entre ellas la posibilidad de dar misa, descendió a la fase 4 esta semana, paradójicamente en coincidencia con el comienzo de la novena de San Cayetano.

El retroceso no sólo privó a nuestra ciudad de la tradicional procesión y de la misa presencial para pedirle al santo que ayude a conseguir o conservar el trabajo, sino de movilizarse y rezarle in situ ante la presencia de una crisis económica sin precedentes y sin horizonte inmediato para ilusionarse.

Sólo podrán participar en la misa diez personas, dentro de los mismos horarios. En los días de semana será por llegada, mientras sábado y domingo habrá que anotarse en la secretaría para poder participar.

Los que no hayan tenido acceso al finalizar cada misa de sábado y domingo podrán acercarse a la salida para recibir la Sagrada Comunión, haciendo fila y manteniendo la distancia.

Respecto de San Cayetano, la imagen permanecerá en la ermita (con expresa recomendación de que no se toque el vidrio), se pondrá una separación y, a las 14.30, la imagen del santo será llevada durante una hora a recorrer el barrio y luego será regresada a la ermita.

El aislamiento social generado por la pandemia del coronavirus impedirá, asimismo, la presencia masiva de fieles en el santuario del barrio porteño de Liniers que hubiera sido dable esperar.

En Mar del Plata, inclusive, el Santuario de San Cayetano estará cerrado durante la fiesta patronal para evitar situaciones de contagio.

Las misas alusivas serán transmitidas en vivo el viernes 7 online a través de las redes sociales, ya que las puertas de los templos deberán permanecer cerradas, respetándose el protocolo de bioseguridad y de distanciamiento dispuesto por las autoridades sanitarias.

De haberse mantenido Pinamar en la fase 5 en la que estaba, habría sido posible acudir al templo con tapaboca, mantener la distancia social e ingresar al interior según la capacidad autorizada.

En tanto, la cabecera del obispado anunció que toda la diócesis continúa con la consigna “Participemos de la Santa Misa desde Casa”, en cumplimiento de las prescripciones sanitarias.

Monseñor Gabriel Mestre iba a tener a su cargo el oficio religioso central de este viernes, en el que participarán representantes de los distintos sectores del mundo del trabajo, desocupados, algunos dirigentes y autoridades, en estricto cumplimiento de las disposiciones y protocolos vigentes, pero se encuentra reponiéndose en la Catedral de un cuadro febril, dolor de cabeza, afecciones al tracto digestivo y malestar general, síntomas que determinaron que se le hiciesen hisopados de Covid-19, el segundo de los cuales dio positivo, sin que tuviese ninguna complicación respiratoria.

De modo que fue aislado, lo mismo que los sacerdotes con los que había estado en contacto.

La apertura virtual desde el santuario de Liniers será presidida por el obispo Juan Carlos Ares y, a las 11, el cardenal Mario Aurelio Poli, arzobispo de Buenos Aires y Primado de la Argentina, dará la misa central, que también se transmitirá por internet.

A las 19, los sacerdotes del Santuario cerrarán los festejos del Santo.

Una vez concluidas las celebraciones por San Cayetano, en nuestro partido los catequistas activarán los preparativos para el Encuentro virtual a realizarse en agosto, su mes.