Pandemia, fragilidad y las nuevas oportunidades

Enviado por el equipo de comunicación de la parroquia Ntra. Sra. de la Paz

El Vaticano acaba de sacar un segundo documento dedicado a las consecuencias de la crisis sanitaria mundial y a su interpretación, que se tituló L’ Humana Communitas en la era de la pandemia, en el cual hace hincapié en que “el acceso a una atención de salud de calidad y a los medicamentos esenciales debe reconocerse como un derecho humano universal”, es decir que abarque a las mejores oportunidades de prevención, diagnóstico y tratamiento, más allá de su restricción a unos pocos.

Saca en ese aspecto dos conclusiones:
–que la distribución de una vacuna, una vez que esté disponible en el futuro, sea para todos, sin excepciones;
–que se defina en forma responsable la investigación científica.

Explica el documento de la Pontificia Academia para la Vida que “no hemos prestado suficiente atención, especialmente a nivel mundial, a la interdependencia humana y a la vulnerabilidad común” ya que “si bien el virus no reconoce fronteras, los países han sellado sus fronteras”.

Al haber aumentado las desigualdades e injusticias ya existentes, la recomendación de la PAV, en consecuencia, es “dar cuerpo a un concepto de solidaridad que vaya más allá del compromiso genérico de ayudar a los que sufren”.

En tal sentido, pone de relieve que “una pandemia nos insta a todos a abordar y remodelar las dimensiones estructurales de nuestra comunidad mundial que son opresivas e injustas, aquellas a las que en términos de fe se les llama ‘estructuras de pecado’”.

Agrega que “el bien común de la comunidad humana no puede lograrse sin una verdadera conversión de las mentes y los corazones”.

El presidente de la Pontificia Academia para la Vida, el arzobispo Vincenzo Paglia, desarrolló la idea acerca de ¿por dónde empezar de nuevo como cristianos?, habida cuenta de las consecuencias de la crisis sanitaria mundial.

El punto de partida de la inquietud contenida en L’Humana Communitas en la era de la pandemia es la carta que el papa Francisco envió a la Academia el 6 de enero de 2019, en el 25 aniversario de su fundación.

En una entrevista publicada en https://www.vaticannews.va/es/ monseñor Paglia señaló que en esta oportunidad “el hecho sin precedentes es la velocidad y amplitud con que se extendió a través de la red de relaciones y transporte”. Subrayó que “también es nuevo el papel de los medios de comunicación, que han decidido cómo se debe difundir la conciencia de la crisis: con razón se ha hablado de una ‘infodemia’”.

Destacó como novedad, por lo tanto, “la extraña mezcla de conformismo y confusión inducida por las reacciones a la representación del peligro en la era de las sociedades ‘hiperconectadas’: que sin embargo también son ‘hiperindividuales’”.

En consecuencia, concluyó, la debilidad de la comunidad, que debería ofrecer apoyo y protección en el peligro, “nos deja expuestos a nuestras incertidumbres y vulnerabilidades”.