Esta foto fue tomada a muy pocos kilómetros de casa, entendiendo por “casa” este núcleo urbano costero que mira casi siempre hacia la playa, la costa, el mar, el vastísimo Océano Atlántico. Es que ante semejante inmensidad, tan inmensa que si miramos directo al Naciente nuestra vista solamente ve agua y se cruzará con el sur de Australia y Nueva Zelanda antes de internarse en el Océano Pacífico y chocar con la costa chilena a pocos kilómetros de casa.

Sin embargo, si giramos 180 grados y miramos hacia el Poniente con ganas de ver, veremos un mundo de mil especies de plantas y otras tantas de insectos y otros artrópodos, otras tantas de aves, otras tantas de vermes e infinidad de microorganismos en una interacción sorprendente con sus compañeros de ecosistemas; compañeros, asistentes, ayudantes, simbiontes, agentes, servidores, lacayos, sirvientes. Y se me ocurre pensar que si ellos pudieran sentir la felicidad que causa la vocación de servicio concretada, se sentirían sin duda muy felices. Y quizás así sea, a veces nos parece “leer” en la gestualidad de estos animalitos un mensaje semejante.

“Para muestra un botón” es una expresión popular que significa o denota “que no resulta necesario mostrarlo o enseñarlo todo, ya que de un ejemplo se puede deducir fácilmente todo lo que falta por descubrir”. El ejemplo aquí es bastante conocido, pero hay muchos que replican esta relación, inclusive con humanos como parte –jugadores se dice en los últimos tiempos. Aquí vemos un Tordo Renegrido sobre el lomo de un toro. El ave cumple su rol de agente sanitario del pelaje del toro, se alimenta de sus ectoparásitos, mejora su calidad de vida y lo libra de posibles enfermedades. Para los espíritus curiosos dejo este link con información sobre el tema, como un aporte al conocimiento y la comprensión de que los “bichos” no son sólo figuras que nos sorprenden con sus colores y sus formas. Hay mucho más que eso.

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