Pasiones cruzadas por el terruño y la nostalgia

La cantante griega Vivianna Giannaki y el músico Mariano Gil se presentarán hoy en Mar del Plata; mañana lo harán en la Parroquia Nuestra Señora de la Paz y el 21, en la Fundación Helénica en Argentina, en la CABA.

En breve, la iglesia Nuestra Señora de la Paz será el escenario para Pasiones Cruzadas, un espectáculo que reúne al guitarrista local Mariano Gil con la cantante griega Vivianna Giannaki en este proyecto, que ya fuera presentado en el Centro Cultural Kirchner, en Buenos Aires, en marzo pasado, por la embajada de Grecia en Argentina, y que integra las tradiciones de Chipre, Grecia y Argentina. Se trata de una combinación de canciones medievales chipriotas, canciones tradicionales de Esmirna y las composiciones propias de Mariano Gil.

Es raro entender cómo surge esta colaboración entre el canto de Vivianna y la guitarra de Mariano, cuesta entender cómo se dio la comunión entre un guitarrista pinamarense y una cantante lírica de Grecia. Se sabe de la costumbre de expandir horizontes de Mariano y está claro que la pasión por la música argentina en general y del tango en particular de Vivianna han hecho gran parte del trabajo. En concreto, la cantante explica claramente que, a través de una amiga común que los contactó, ellos se acercaron, él escuchó su disco (realizado en colaboración con el compositor y bajista del grupo holandés Mecano) y quedó “encantado” con la voz, la música y las canciones; ella escuchó el disco Travesía, de Mariano Gil, vio sus entrevistas en You Tube y entendió que se trataba de una persona especial, pero sobre todo un músico genial, lo que la impresionó mucho.

La idea de abordar las tradiciones y la cultura de Grecia (su lugar de origen), Chipre (su lugar de crianza) y la Argentina (sin dudas su gran pasión) surgió hace tiempo, a través de proyectos individuales trabajados con el apoyo del Ministerio de Cultura de Chipre, por la cultura chipriota y para la cultura griega. Por otro lado, enamorada del tango y la cultura argentina, trabajó en espectáculos en los que cantó varios tangos clásicos, acompañada de bailarines y artistas invitados. Para cada una de las tradiciones pensó en shows distintos, pero en algún momento decidió combinarlos, porque “se cruzaron en su cuerpo”. Ella describe así ese paso de todo el material a través de su voz, considerando la palabra “cruzar” como el arte que atraviesa el cuerpo de los artistas. De allí surge Pasiones Cruzadas y es por eso que eligió tocar con un solo músico, uno como Mariano, que es, en sus propias palabras, “una persona llena de vida artística, que tiene su camino armado como compositor y lo está caminando”.

Esta cantante griega, apasionada por la cultura argentina y el tango, solo llegó al país recién cuando tuvo que cantar; aun así, baila tango desde hace seis años, adora nuestra música y nuestro idioma, sintiendo una atracción muy especial por la gente de aquí, ya que son muchos los artistas (en especial bailarines de tango) que visitan Grecia.

“Me atrae mucho el idioma argentino, lo que está en el tango, y yo quería venir para escuchar el idioma en las calles, en los colectivos, vivirlo”. Vivianna explica que, si bien nació en Atenas, creció en Chipre: asegura ser más chipriota que griega, diferenciándose entonces, porque considera que el chipriota es más inocente, más espontáneo que el griego, y, según su visión, más parecido al argentino. “Vuelvo al sur, de Piazzola, dice las características de la gente del sur y esas palabras podrían ser escritas para los chipriotas y por eso me emociona mucho esta canción. En Argentina, en Buenos Aires, siento que volví a un país, a una patria”, asegura Giannaki, quien nos visitará en breve junto a Mariano Gil, para deleitarnos con sus Pasiones Cruzadas en la iglesia Nuestra Señora de la Paz.