“En un momento empecé a ver que existía un problema y que tenía que ser protagonista y me puse a buscar otras personas que pensaran como yo y encontré Surfrider y quise sumarme a una campaña mucho más grande o una organización, para aprender y seguir transitando todos juntos este camino hacia un cambio. Una de las cosas que más me disparó a sumarme a una campaña fue Yo amo a mi playa, que en Pinamar es más que conocida y a través de esa campaña participé en diversas instituciones. Ahora creemos que la mejor alternativa es crear una agrupación con origen en la zona del Partido de la Costa y Pinamar adhiriendo en la campaña a Yo amo a mi playa, siguiendo con la adhesión, y seguir participando. No cambió la dirección, no cambió el rumbo, no cambió la vocación, sino simplemente estamos hablando de una cuestión formal e institucional pero no tiene que ver con convicciones, esas se mantienen firmes y seguimos todos juntos para el mismo lado”, resume su devenir en la introducción de la charla.

Hoy el grupo intenta consolidarse junto a la Cooperativa Reciclando Conciencia, “que en Pinamar es gente muy comprometida. Más allá de su rol en la recuperación, también tiene una vocación muy importante por el cuidado del ambiente, ya que sé que muchas veces le pusieron el cuerpo. La presidente y la secretaria, apenas les conté, me dijeron ‘ahí estamos para tener una participación activa, no solo en lo formal’”.

El nombre de la nueva institución es Asociación Amigos del Mar y durante la semana que termina estuvieron volcando sus esfuerzos a la presentación de la documentación necesaria según los requerimientos legales.

“Lo que tiene que ver con el compromiso sirvió para formalizar lo que veníamos haciendo un poco desprolijo porque uno se maneja por impulso, por vocación, y muchas veces con la desprolijidad de querer avanzar y esto lo que hizo fue poner un poco de orden y además refundar la relación con la gente que venía trabajando con este ideal. También estamos ampliando porque tenemos dos integrantes que son de Pinamar, una que es de Buenos Aires pero viaja permanentemente, por lo cual hemos conformado un grupo heterogéneo”, describe.

Para Alaniz, las grandes obras se logran a partir de los pequeños esfuerzos, del buen ejemplo, de trabajar desde la más tierna infancia creando conciencia.

“Es nuestro granito de arena y ahí queda claro que no necesitamos grandes esfuerzos ni ser parte de una gran cruzada sino simplemente con modificar un poco nuestros hábitos es suficiente para lograr un gran impacto y en este caso fue un grupo de trabajo que entendió la importancia y que tomó una participación activa, sin ningún tipo de cambio significativo, simplemente una pequeña modificación. […] Es muy importante multiplicar. Lo más importante es que a quienes más bronca le da es a los chicos. Yo tengo amigos que han sido educados por sus hijos; entonces eso es lo que por ahí tenemos que entender. Damos muchas charlas en los colegios, tenemos actividades, estamos organizando una serie de charlas en la zona centro del Partido de la Costa. Prioridad son los chicos haciendo charlas. La ecología tiene una base solidaria muy importante, entonces vamos a ser centro de recepción de ecoladrillos para generar más acciones comunitarias”, concluye.

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