Desde hace un par de semanas el Honorable Concejo Deliberante de Pinamar recibe a un grupo de padres pinamarenses preocupados por el tratamiento de las adicciones en el partido. Ya sea por la falta de respuesta de Salud Mental, o del CPA, o porque no existen protocolos visibles en relación al tema en el hospital, estos padres reclamaron a través de un nota al HCD el inmediato tratamiento del tema. Es por esto que luego de recibirlos se decidió citar a los diferentes partícipes en este conflicto, aunque, lamentablemente, estos no concurrieron juntos sino de forma separada.

El martes, la Comisión de Salud recibió al referente a cargo del CPA, Lic. Franco Landi, y al secretario de Salud, Dr. Jorge Benítez, así como al grupo de padres que se viene acercando al HCD por esta cuestión. La reunión comenzó formalmente con la pregunta de una de las mamás sobre un caso puntual del hospital tomó conocimiento y no accionó ni articuló con ninguna otra institución. Como la respuesta del funcionario no logró convencer, los concejales plantearon que se requiere de un trabajo mancomunado de todos los actores involucrados para poder remediar esta situación. Se le preguntó a Benítez por el protocolo frente a casos de adicciones y por los casos de urgencia a Landi. De las respuestas se dedujo que el hospital lo trata clínicamente y lo deriva a Salud Mental; mientras que el CPA actúa a partir de allí, pero dentro del horario de atención. Es decir que, si bien todos “hacen”, no es suficiente, ya que nadie se ocupa de que el siguiente eslabón en la cadena de atención al adicto siga el camino.

En el marco de la reunión, ambos funcionarios entendieron la necesidad de articular acciones y ambos aseguraron estar trabajando en ello, sin embargo, esa intención por ahora no se ve. Claramente el Municipio tiene muchos recursos humanos a disposición de esta problemática, pero a su vez se observa lo dispersos que están, por lo que los resultados exitosos son escasos, y en general están más relacionados con el esfuerzo de las familias que con la colaboración de las instituciones estatales, que son las que deberían arbitrar los medios para facilitar las soluciones, y no continuar como está sucediendo ahora, que, más que ayudar, entorpecen.

Para cerrar el encuentro, los padres presentes plantearon que el protocolo actual no está funcionando, que se requiere que se modifiquen esos primeros cuatro pasos para contener a los adictos. Está claro que por ahora se depende más de la buena voluntad de algunos funcionarios, de la suerte que tenga el adicto a la hora de pedir ayuda y sobre todo del esfuerzo de las familias; y que sin dudas se requiere de la creación de un protocolo, un camino a seguir, indudable y sin fisuras para que todo aquel que tome contacto con este tipo de situaciones sepa qué debe hacer y de esta manera contener al adicto. Pero, por ahora, de eso… no hay nada.