Hace 40 años el arquitecto Jorge Guitelman hizo posible el sueño de crear el primer periódico de la Atlántida Argentina fue así que un 2 de junio el primer ejemplar “ganó la calle” parafraseando el titular de la portada de aquella edición. Fue un grupo de personas las que generaron la idea en torno a la iniciativa de Guitelman, la concreción de un proyecto con un norte: el de informar por encima de lo redituable, de la búsqueda del éxito económico.

“En realidad pensábamos largarlo el Día del Periodista pero la ansiedad no venció. Era algo novedoso que traía una nueva tecnología, además ya habíamos hecho varias pruebas y andaba todo bien”, relata.

Jorge recuerda que luego de que los periodista escribieran sus notas, estás pasaban al sector de fotocomposición donde los fotocomponedores tenían que escribir nuevamente la nota que pasaría a un papel fotográfico que luego se revelaba. Luego era el turno de los armadores que eran un eslabón más que determinaba la intervención de la fotomecánica situación que se convertía en titánica.

“Hubiera sido más fácil haber comprado una vieja linotipo con plomo, porque esa fue una experiencia de transición que duró poco tiempo. A los poco años apareció la computadora”, repasa.

Eran tiempos difíciles, tal es así que en los tiempos de inundación cubrir el fútbol requería viajar de La Costa a Dolores, pero desviándose pasando por Pinamar y Las Armas para luego llegar hasta donde se disputaban los partidos de la liga dolorense. Allí el periodista tomaba nota de los partidos, el fotógrafo hacía lo suyo y luego el texto y las imágenes tomaban el camino ya descripto y no menos azaroso. Eran ediciones de 32 páginas.

Por ese entonces el medio contaba con 10 periodistas y más de 40 empleados.

“Yo creo que estábamos totalmente locos, totalmente fuera de escala. Digamos que la escala la fuimos encontrando a través del tiempo (…) Fijate que en Pionero Pinamar, Jorge Mattioli era un vendedor de publicidad en lo comienzos, a quien mandamos a cubrir porque queríamos llegar a los municipios vecinos y él que era un buen vendedor rápidamente se hizo autosuficiente, vendía más publicidad que nosotros (…) Yo creo que antes del año se había independizado…yo le dejé la marca en compensación de haber llevado el proyecto adelante”, recuerda.

Con 80 años, recién cumplidos, el sueño de Guitelman sigue adelante y como bien dice es muy difícil que las ediciones impresas desaparezcan y para ello en basa en que son los medios gráficos lo que siempre son citados tal como ocurre con The Guardian o el New York Times. Lo cierto es que Pionero cumple 40 años y es un motivo para festejarlo, en un momento muy particular de la humanidad.