Poder escuchar lo diferente

Por Teresa Geerken
Licenciada en psicología

Llegué a esta nota pensando en la dificultad que genera para algunas personas escuchar a otro; a veces, les resulta imposible a algunos mantener una charla, donde tengan que oír lo que al otro le pasa. Y más, si esto es algo muy diferente a nuestro pensamiento.

Que la charla vaya más allá de un monólogo, porque, por momentos las supuestas “charlas” son en realidad eso, donde una persona sola plantea lo que piensa, siente o cree de un tema, pero no es capaz de (o no puede) escuchar lo que el otro dice e intentar ponerse en su lugar. O entender su postura, opinión o lo que fuera. Vemos a diario esa dificultad.

Entender lo que el otro dice, no es estar de acuerdo, comprender un pensamiento o acción no quiere decir que lo vayamos a hacer nosotros, o que lo pensemos. Todo esto muchas veces se confunde.

En cada situación quizás haya cuestiones distintas a las cuales atender. Pero ¿por qué a veces cuesta tanto entender?

Puedo plantear primero que hay personas con problemas en su vida cotidiana, que no les permiten ver más allá de eso.

También, se puede pensar que esto se relaciona con una actitud poco tolerante del respeto y las diferencias hacia otras personas.

Pero, también, puede tener que ver con que, a veces, las personas tienen la necesidad de pensar que lo que ellos piensan, viven, sienten, es la única manera posible de hacerlo. Quizás necesitan aferrarse a esa realidad por una razón que desconocemos, no pueden permitirse salir de ese pensamiento, ponerlo en duda, repensarlo, porque quizás no es su realidad, o sí, pero tienen mucho miedo de enfrentarse a otra. A ponerlo en cuestión. No pueden en ese momento, están asustados, o con una necesidad desmesurada de continuar así por un tiempo, porque no tolerarían un cambio.

Piaget teorizó sobre cómo se aprende. Lo explica a partir de los conceptos de asimilación, acomodación y equilibrio. Donde la asimilación es la incorporación de conocimiento, información, a un sistema cognoscitivo preexistente que se encuentra adecuado para integrarla y comprenderla. Se amplía el esquema para incorporar las nuevas experiencias. Mientras que la acomodación se relaciona con la capacidad del esquema cognitivo para incorporar una nueva información, incomprensible según esquemas anteriores. Por último, la equilibración es el impulso o tendencia innata de los sujetos a modificar sus esquemas cognitivos para darle coherencia al mundo en que viven.

La teoría de Piaget quizás nos ayude a pensar, por qué es tan difícil para alguien, entender a otro cuyo pensamiento es distante al propio, por qué cuesta incorporarlo. El sistema cognoscitivo no está preparado para dar saltos muy grandes en el pensamiento.

Otra explicación de por qué a las personas les cuesta aceptar y escuchar las diferencias la podemos encontrar en Freud, quien toma el concepto de identificación para explicar, entre otras cuestiones, un proceso psicológico mediante el cual un sujeto asimila un aspecto, una propiedad,un atributo de otro y se transforma, total o parcialmente, sobre el modelo de éste. Entonces, la personalidad de cada uno se constituye y se diferencia mediante una serie de identificaciones que fue realizando, cúmulos de ella, que lo hacen ser quien es en la actualidad. Creo que es claro, en este caso, por qué nos cuesta aceptar la diferencia cuando es alguien cercano, que piensa diferente, y escuchamos lo que dice o lo que hace. Nos hace plantearnos nuestro propio pensamiento. Se podría ejemplificar con la frase “nunca me esperé esto de vos”.

También habría que considerar que debe existir una actitud de duda o cuestionamiento, tolerancia a las diferencias y respeto hacia el otro, para tolerar escuchar a alguien que piensa diferente e intentar comprenderlo o por lo menos aceptar que puede pensar diferente y eso no es motivo para enojarnos.

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