Por una ciudad más limpia y ordenada

Pizzolito profundiza el conocimiento de su futuro campo de acción. De a poco va incorporando más información de antiguas problemáticas nunca resueltas y se entusiasma ante la oportunidad histórica de dar respuesta. Encabeza la lista de Cambiemos para las PASO que se avecinan.

Hace poco se bajó de la moto, y mucho menos tiempo transcurrió desde que se unió a la lista de Cambiemos. Ese corto lapso le permitió a Javier Pizzolito ponerse en contacto con la realidad, con las necesidades más urgentes del distrito y la batería de acciones que tiene el gobierno para ir cubriéndolas de a poco.

–Dentro de la agenda de Cambiemos está incluida la limpieza de todo el partido. ¿Ya hay un proyecto de ordenanza al respecto?
–Esto es a raíz de la visita a vecinos y que ellos manifiestan, y que uno innegablemente puede percibir en la realidad para hacerse cargo de cómo ha venido mutando la agenda. Vemos sin dudas que tenemos una deuda pendiente en el hermoseo de la ciudad para que aun esté más linda. Este equipo ha tenido un año y medio de trabajo intentando jerarquizar la Municipalidad, dotarla de las herramientas necesarias, como la nueva maquinaria. Los resultados se empiezan a ver, se está recolectando, se están sacando las ramas, se está barriendo pero aun así esta dinámica de la que hablamos te presenta otros inconvenientes cuando los vecinos no colaboramos. “Pinamar, ciudad limpia” es la herramienta que pretendemos desde el Concejo Deliberante, un proyecto de ordenanza donde este sistema que ya se viene aplicando desde hace unos meses, que uno puede ver en la web del Municipio (en la sección “Servicios Urbanos”), va a ver delimitado qué metodología, qué días y cuál es el servicio urbano que le toca a cada barrio. Entonces la idea es hacer una normativa en donde el Ejecutivo materialice la prestación de ese servicio y a la vez darle la herramienta al Concejo Deliberante para que ejerza el contralor. La contracara de esto es el equipo que hablamos siempre de armar con el vecino para acoplarse a esa agenda: por ejemplo, que el vecino se acostumbre a sacar las ramas cuando corresponda, según el día y horario de recolección. Son normas básicas que benefician a todos.

–¿Es algo que se visualiza?
–Sí. Como todas las semanas, este sábado hicimos un timbreo por el barrio San José, y nos encontramos con dos vecinos limpiando la banquina y la vereda propia, que lógicamente son espacios públicos. La Municipalidad había pasado pero quizás no con la frecuencia que los vecinos pueden pretenderlo y ellos lo estaban haciendo igual. Es la actitud lo que destaco.

–Lo que antes parecía una fantasía hoy se ha transformado en una política de gobierno. Nos referimos a la clasificación de los residuos. ¿Qué tienen pensado al respecto?
–El cuidado del medio ambiente es un eje en esta gestión. Hace cuatro o cinco días, estuvimos en la Cooperativa Reciclando Conciencia, viendo el estupendo trabajo que están haciendo. Ellos tienen 25 islas de residuos separados y lo positivo, es no solo bajar la cantidad de residuos para disposición final, que es lo que básicamente contamina, sino también lo que se genera en términos de trabajo y de volver a utilizar el material en tablas plásticas recicladas y un montón de proyectos que los chicos tienen. En ese sentido y con el pliego nuevo de recolección de residuos y ramas que se aprobó en el Concejo, está contemplada la separación en origen. Esto tiene algún antecedente en la ciudad de Buenos Aires con el Programa de Basura Cero, muy exitoso, ya que en diez años se ha duplicado la cantidad de material reciclado disminuyendo sustancialmente lo que se pasó a disposición final, con todo lo que eso significa. Así que eso va a ser un proyecto de ordenanza, también el de reglamentar la separación de residuos en origen y obviamente se va a complementar con esto del nuevo pliego de basura, que ya lo contempla.

–Entre los temas pendientes de sucesivas gestiones figuran las verecas. ¿Ya tienen pensado algo al respecto?
–Hay obras de veredas que se están haciendo (como la nueva de Intermédanos). Igual se contempla cada caso a medida que se van haciendo. La idea es facilitar los accesos para las personas con movilidad reducida, con algunos problemas para desplazarse. Aún así está pendiente en los accesos troncales a Pinamar, en Espora y Víctor Hugo, que se está por licitar en pocos días más. Obviamente, otra vez la improvisación con que nos encontramos, paso a paso. Vemos que no hay estudios de altimetría en ninguna de las dos arterias, razón por la cual para hacer las cosas bien hay que hacer ese estudio previamente para subsanar estos temas. Otro tema son las cuencas que se forman tras las lluvias; son visualizadas y se pueden resolver pero faltan estos estudios para hacer las cosas bien. Es bueno decir que ya se aprobaron las obras que tienen que ver con el tránsito y la seguridad de los chicos en torno a las instituciones deportivas que los convocan.

–¿Sobre seguridad qué piensan hacer?
–Queremos una ordenanza para delimitar “corredores seguros” para que nuestros chicos, en todas las instituciones donde concurran, se sientan más protegidos y sea más fácil el acceso desde y hacia los barrios. Este ya comenzó con las veredas de Intermédanos y otros entornos en Ostende (también se viene el pavimento en esa zona). Esto se complementa con la integración de lo privado a lo municipal en el tema de sumar las cámaras de los vecinos al nuevo centro de monitoreo de Ostende, el cual está en obra y sumando casi 200 cámaras nuevas.

–Ante un nuevo contrato con la CALP, sabemos que se prevé que sea por cinco años y que cuente con nuevos parámetros ambientales y sanitarios como así también un nuevo plan de inversiones. ¿Cómo ve este tema?
–Yo creo que es un momento bisagra, ya que estamos a las puertas del vencimiento de un contrato y la implementación de uno nuevo. Creo que hay que aggiornarse y veo que viene una serie de obras en lo que respecta a lo que es agua corriente, las cloacas, y necesitamos poner reglas claras en el nuevo contrato para tener una planificación de acciones, para contar con los mecanismos de control que pueda ejercer el Ejecutivo sobre esas inversiones. Con la intención no solo de que todos los pinamarenses tengan estos servicios básicos sino también de preservar el acuífero. Con el crecimiento demográfico que tiene Pinamar, es lógico que trabajemos en ese tipo de cuesti
ones.