Preocupación por el estado de nuestros bienes artísticos

Así lo manifestó la licenciada Celeste Volpi, entendida en la materia, quien en una visita al HCD hizo claras diferenciaciones técnicas e instó al Legislativo a tomar cartas en el asunto.

El Concejo Deliberante recibió días pasados a Celeste Volpi, quien se presentó con el ánimo de dar a conocer su interés por el estado de “nuestros bienes artísticos, nuestra colección pictórica específicamente”. Hizo un racconto de sus intentos de conservación, restauración y puesta en valor de la misma en las diferentes gestiones desde 2010 y manifestó que poco se pudo avanzar en el tema, y que incluso llegó a presentar su proyecto al actual secretario de Turismo.

Volpi afirma que no existe inventario de las obras existentes y que lo hecho, hasta el presente, son listados, que son meras enumeraciones carentes de un rigor técnico más exhaustivo.

“Me presenté por una preocupación importante sobre el estado de nuestros bienes artísticos, que es la colección pictórica específicamente. El Municipio es el custodio legal de este lote grande de cuadros, de pinturas de caballete que están en muy mal estado. No es una cuestión de este gobierno, es una cuestión del Estado, es una deuda que el Estado tiene. La preocupación ahora viene porque la colección se está moviendo y podrían llegar a tener ideas de intervenirlas no profesionalmente. Entonces ahí radica la urgencia de tratar este tema ahora. Porque una obra puede estar en malas condiciones de conservación, olvidada en un rincón, cuyas características medioambientales sean nocivas, está todo mal, pero la obra está estable, está olvidada, 3, 5 ó 10 años en un lugar, nadie la toca y no pasa nada. Distinto es que se esté moviendo de un lado para el otro sin los recaudos necesarios. Parece una tontería mover algo de un punto a otro. Parece bastante sencillo pero en lo que tiene que ver con las obras de arte hay un estudio que se hace; el traslado no es “lo meto acá en la camioneta y me lo llevo”, como vi hace dos semanas. En la vieja terminal, en el aula grande, separaron una parte para acopiar ahí todas las obras. Está muy bien que todas las obras estén en un mismo lugar y no desperdigadas, pero veo que las obras las llevan en la camioneta de Cultura apoyando directamente sobre el piso, que estaba muy sucio, sobre el borde, desordenadas en orden de tamaño. Hay muchos riesgos que no fueron considerados para minimizarlos”, detalla.

Conocedora del tema que aborda, recuerda que en 1984 se hizo la primera lista de obras. En 2008 se hace una actualización de esa lista y se verifica que ya faltaban obras. Ingresan nuevas obras y ya se registra que obras antiguamente registradas no estaban. En 2013 vuelven a hacer una actualización de esa lista y notan que obras de 2008 ya no estaban. “Se están perdiendo obras a lo largo de los años y esto es muy común porque mientras no haya un inventario no hay ningún control de las obras, no hay ningún monitoreo ni nadie responsable que gestione y administre la colección. Debería existir dentro de la Municipalidad un centro, un instituto, una dirección, que sea específicamente para la conservación del patrimonio, que centralice toda la información y que se haga cargo justamente para este movimiento”.

Queda en claro que es necesario vigilar, conocer el paradero de cada obra regalada o adquirida por el Municipio. Es deber del Ejecutivo preservarla, por su carácter patrimonial.

Celeste entiende que a los concejales les habrán quedado en claro varios conceptos, incluso el de evitar los nefastos repintes que se habían proyectado o el traslado, sin los cuidados apropiados, de las obras.

“Este listado es el listado oficial de las obras en el año 2016. Esto es lo que el Ejecutivo llama un inventario y yo expliqué que esto es una lista que sirve para la fácil ubicación de las obras y para lista le sobra el año y el estado de conservación. Esto se tiene para la rápida ubicación de las obras y está ordenada por número de inventario. Cuando el volumen de la colección es mayor se suele tener otra de éstas pero ordenada alfabéticamente, por apellido del autor”.

“Un inventario es como una historia clínica de la obra. […] Cada obra tiene que tener una ficha técnica, una descripción general y empezamos a describir parte por parte”, señala y agrega los ítems que hacen a la identificación de la obra. La recepción fue buena, como tantas otras veces; sólo falta que ese interés se transforme en un accionar en consecuencia.

Celeste Volpi es licenciada en conservación y restauración de bienes culturales.