Profecía del triunfo pascual de Cristo y el anuncio de su Pasión

Enviado por el equipo de comunicación de la parroquia Ntra. Sra. de la Paz

Finaliza esta semana la cuaresma de este año, signado por la pandemia que ha venido azotando al mundo entero, con las consecuencias humanitarias, sociales y económicas que riega a su paso.

Monseñor Gabriel Mestre la despide este viernes con la bendición eucarística y exposición del Santísimo que será difundida por las redes sociales.

En la homilía dominical previa brindó un anticipo de este retiro de cuaresma cuando, casi en las puertas de la Semana Santa, invocó a tal efecto una cita bíblica: “Contemplamos a Jesús que visita a sus grandes amigos. Cuando llega Lázaro ha muerto y sus hermanas Marta y María están de duelo. Todo este acontecimiento será una excelente oportunidad para que se manifieste ‘la gloria de Dios’ y el Señor realice el último signo programático en el Evangelio de Juan”.

Los domingos anteriores se había revelado como ‘Agua de Vida’, ‘Luz del mundo’ y ‘Resurrección y la Vida’.

El obispo de Mar del Plata puso de relieve, en este sentido, que “la resurrección de Lázaro en este episodio no es todavía la definitiva. Lázaro continuó viviendo una vida como la anterior y en algún momento volvió a morir”.

Así, su vuelta a la vida en este texto “es signo de la resurrección y la vida plena que Cristo viene a ofrecer al mundo”.

Llega, así, el domingo de Ramos, con una bendición de las palmas en cada misa dentro de nuestra parroquia: a las 10 en la capilla San Francisco Solano de Valeria del Mar y a las 11.30 en Nuestra Señora de la Paz.

Como en todo este tiempo de distanciamiento social, los rituales se llevarán a cabo sin procesión y manteniendo la distancia y el barbijo.

Sí, en el próximo Viernes Santo, el Vía Crucis recorrerá las calles de Pinamar respetando los protocolos de los encuentros al aire libre y a las 18.30 se oficiará misa en la iglesia de la Avenida del Libertador.

San José, padre adoptivo de Jesús y patrono de nuestra ciudad, celebra las Pascuas en este, su año, con la ilusión de poder mantener encendida la llama de la esperanza laboral en estos tiempos difíciles que atraviesan el mundo global y el país, en particular.

El Papa le dedicó una oración a la Solemnidad de San José, tomada de un libro de devociones francés del siglo XIX, de la Congregación de las Religiosas de Jesús y María, como ha venido haciendo a diario durante más de 40 años después de Laudes, donde expresa devoción, confianza y un cierto reto: “Glorioso patriarca san José, cuyo poder sabe hacer posibles las cosas imposibles, ven en mi ayuda en estos momentos de angustia y dificultad. Toma bajo tu protección las situaciones tan graves y difíciles que te confío, para que tengan una buena solución”.