Rafael De Vito (h) es un pinamarense que puede incluirse en la selecta lista de los testigos válidos de la realidad que lo circunda. Su irrupción en la política fue de la mano de Cambiemos ocupando una banca en el concejo y acompañando al intendente Martín Yeza. Como tal ocupó el cargo de mandatario en mayo de 2018.

En relación a su paso por la política detalla: “Me contó como uno de sus actores hasta diciembre de 2019, un año hizo el 10 de diciembre en que no estoy participando activamente en política, pero sí como ciudadano miro muchas cosas, escucho, estoy al tanto y con respecto a la pandemia no hay que escapar de lo nacional, cuando uno recuerda en aquel momento cuando el ministro de Salud dijo que no iba a llegar y después pasó lo que pasó, muchas veces yo entiendo que en el estado los malos funcionarios nunca pagan y por eso tenemos el estado que tenemos. Por ejemplo, si yo soy responsable de defensa civil o prefectura y se acerca un huracán y a mí me preguntan y digo ‘no va a llegar el huracán’, pero llega y mueren muchas personas, claramente soy un funcionario que no sirve y tengo que pagar por mi responsabilidad porque cuando uno asume sabe que la tiene y que tiene que hacerse cargo, el problema de este país es que siempre le salen gratis a todo el mundo las malas acciones. Volviendo al tema de la pandemia, insisto muchas de las decisiones que se han tomado pueden ser cuestionables o no, pero muchas van de la mano de la conciencia de la gente y de la responsabilidad, una palabra que hace muchos años está desvalorizada”.

De Vito destaca que en nuestro país cuando nos quejamos de los políticos tenemos que entender que no salen de una escuela, sino que salen de ciudadanos comunes, ciudadanos como yo que en algunos casos tienen vocación y en otros casos intereses. El empresario entiende que cuando un político está a cargo de una secretaría o un ministerio si ese funcionario no ha experimentado ningún otro trabajo en su vida y su primer trabajo es tener a cargo una comunidad, una provincia o un país es por demás arriesgado para esa comunidad. Al respecto añade que “son los resultados que tenemos en nuestro país, lamentablemente”.

“Cuando nosotros ganamos en el 2015 a nosotros nos eligieron, a Martín, a mí y al resto de los concejales, pero yo veía a hombres del concejo, y siendo hombre de Pinamar de toda la vida, que nunca los había visto, ocupando una banca representando a los vecinos (...) uno puede tener toda la buena predisposición que sea pero además tiene que ser capaz y eso se mide con los logros y las cosas que ha hecho en la comunidad, para la comunidad dentro de las instituciones, en lo privado, mucha gente reniega de esto de que te vaya bien en lo privado no tiene que ver con que te vaya bien en lo público, pero yo prefiero alguien en política que le haya ido bien en lo privado y no un político que nunca haya hecho nada como ha pasado en el Concejo Deliberante. Yo escuchaba en las sesiones o en las comisiones que opinaban y daban cátedra de economía y gestión personas que nunca habían tenido un monotributo ni habían tenido responsabilidad para con la sociedad, esto es lo que pasa y lamentablemente día a día se va potenciando esta mediocridad”, afirma.

Lo cierto es que el ex concejal se muestra con deseos de hacer más visible su postura y para ello habría alguna certeza que podría volver al ruedo. Si bien quiere mantenerse cauto, evalúa ofrecimientos que no faltan pero es cuidadoso con su capital de credibilidad, aunque dejó entrever que Juntos por el Cambio con tintes o matices peronistas sería la amalgama que más se aproxima a su futuro político.

Foto: Telégrafo