Reclamo vecinal

Enviado por Raúl Etcheverry

Estimado señor director:
Soy un veraneante de Pinamar, adonde venimos con toda la familia desde hace más de treinta años.
Hemos valorado para ello, la paz, el sosiego y el extraordinario paisaje que une bosque, mar y playa.
Y el silencio, algo magnifico y reparador que pasó a ser algo desaparecido por la enorme contaminación sonora del paisaje por gente irrespetuosa y que no ayuda a mejorar la vida en común y el descanso de personas mayores, niños y otros veraneantes o habitantes que no desean escuchar ruidos, no solo molestos, excesivos e intolerables.
Acudo a este medio, frente a la ineficacia, negligencia y desprecio por el turista de los órganos municipales que tienen la misión y el deber de cuidar a los ciudadanos de la enorme contaminación sonora que azota a la zona de playas.
Fiscalización, a quien hemos pedido de mil formas que controlara eso, hace caso omiso, mejor dicho, no hace nada, absolutamente nada. De más está decir la indignación, porque otra palabra no se puede utilizar, de los vecinos de Pinamar Norte.
Un flagelo es el avión con propaganda de Pinamar y de la propia Municipalidad, que tiene el mal gusto de sobrevolar Pinamar a la hora de la
siesta –dos o tres de la tarde– y atrona con gritos desde el aire, haciendo diversas propagandas públicas y privadas y de nada han servido nuestro reclamos desde diciembre de 2016 a todo enero de 2017.
Muchísimas familias indignadas de esta zona hicieron reclamos sobre los excesos de volumen que viene desde ciertos balnearios, de día y de noche, que tergiversan su función de playa y verano, cambiándola por la misión de hacer ruidosísimas fiestas para unos pocos, privando del descanso al resto de la población.
Nada hace la Municipalidad ni los organismos competentes, pese al reclamo personal, por nota o por teléfono de cientos de familias que desean descansar.
Si no tenemos respuestas, simplemente nos iremos a veranear a otro lado y que Pinamar siga despreciando el interés de los vecinos, como ha estado pasando en estos últimos años. La nueva intendencia pareció tener la misión de devolverles al balneario y al bosque la paz que nunca les debió ser quitada: es hora de que estos deseos se cumplan.
Espero puedan difundir este reclamo. Muchas gracias. Atentamente,