Recrudece el conflicto entre guardavidas y el sector privado

Luego de una serie de negociaciones que resultó estéril, una de las partes no se presentó a un encuentro pensado para resolver los diferendos.

Se trata de la historia de siempre. Una situación recurrente en que se evidencia que hay que cambiar metodologías. Es responsabilidad del Estado proveernos de los servicios esenciales y también de aquellos que hacen a la naturaleza turística de estos destinos. La seguridad en playa no es un tema menor y es menester que las autoridades y quienes se dicen servidores públicos eviten que la sangre llegue al río. O sea que dejar que se contaminen las problemáticas con conflictos es responsabilidad de las partes, sean gremiales o estatales.

Al cierre de la presente edición se llevaba a cabo una reunión en el Salón Carlos Bonilla, entre funcionarios municipales, el Ministerio de Trabajo, los concesionarios de balnearios y los guardavidas, a fin de intentar poner punto final al conflicto que afecta a la seguridad en la playa. Días pasados, el ministro de Seguridad bonaerense, Sergio Berni, estuvo de visita en Pinamar, donde tomó contacto con el problema y dispuso una serie de medidas para evitar “males mayores.”

El doctor Lucas Ventoso, secretario de Seguridad de Pinamar, explicó: “El ministro estuvo presente en varios operativos de tránsito y control vehicular. Lo que destaco es que fue determinante en la exigencia para que haya guardavidas en las concesiones privadas. A raíz de una frustrada negociación que se intentó llevar adelante durante un mes entre el gremio y la patronal privada, terminó en una huelga y allí tomó cartas en el asunto el Ministerio de Seguridad de la Provincia, quien dio un ultimátum”.

Entre otros conceptos, deslizó: “Nosotros estuvimos trabajando en forma conjunta con la Provincia. Se pudo levantar la huelga hasta este martes, en que habrá una audiencia para ver si se pueden acercar las partes y firmar una paritaria, se recompongan los salarios y de esa manera evitar cualquier tipo de cierre de balnearios que no tuvieran guardavidas como exigen el pliego y la ley. Esto porque directamente el ministerio iba a prohibir que un balneario privado abriera al público si no tenía la cobertura de guardavidas como exige la ley”.

Como dato ilustrativo que refleja la relación entre las partes, los funcionarios municipales se enteraron del conflicto a través de las redes sociales “y tomamos participación como Secretaría de Seguridad. Nos notificaron el mismo día de la huelga y les comuniqué que me parecía que era incorrecta la medida. Fue una hora antes, con lo cual fue difícil hacer un plan de contingencia. Esto no quita el derecho que tienen ellos para hacer huelga, fundado en todas las circunstancias que dije, porque hace un mes que están tratando de llegar a una paritaria y no se pueden sentar a una mesa de negociación con la patronal. Pero, desde que la Secretaría de Seguridad tomó conocimiento, lo que hice fue ponerme al frente de la negociación. Me senté en tres reuniones con ambas partes, y creo que estamos en un principio de solución”.

Ventoso propició un acercamiento que nunca se dio y el mismo sábado 1 le pidió un gesto político de negociación al gremio; esto era que levanten el paro, para llegar a una reunión sin medidas de fuerza.

“El gremio aceptó; tengo que reconocer buena voluntad”, afirmó para luego agregar: “Son muy dispares las opiniones. Hay concesionarios que tienen una postura absolutamente inflexible en cuanto a no dar ningún aumento. Pero la inmensa mayoría tiene otra postura. El tema es que sus representantes tienen que llevar la posición que tienen que hacer valer al momento de negociar una paritaria. Esperemos que hoy [por el miércoles] prime la cordura. Me hablan de que es una diferencia de cinco o seis mil pesos que tienen que pagar las concesionarias, pero también es cierto que el sector privado de los guardavidas tuvo una recomposición salarial hace un año y medio del 18% y desde esa época nunca más la tuvo. La escala mínima salarial ronda los 23 mil pesos. Y los guardavidas, al visualizar una cantidad record de personas y de ocupación de carpas, quieren negociar ahora. Porque me lo han dicho: ‘Si no negociamos ahora, cuándo lo hacemos’”.

Por otro lado, agregó: “Queremos que el empresario tenga la rentabilidad que deba tener para que el comercio sea fructífero pero no a costa de un recorte salarial. ¿Si piden equipararlo a lo que gana un guardavidas municipal? No va a ser posible, porque un municipal gana el doble que un privado”, afirmó Ventoso.

Lo cierto es que sobre la tarde del miércoles el sector privado no cantó presente y todo quedó nuevamente en cero. Como decíamos al principio, un clásico de todas las temporadas.


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