El pasado lunes fue la fecha del homenaje que se les tributa en todos los rincones del planeta y que la Iglesia Católica ha estado poniendo en foco en el escenario virtual que se impuso en estos tiempos de pandemia.

El papa Francisco, antes del viaje que emprendiera a Irak, dejó un video con un contundente mensaje contra los distintos tipos de violencia hacia las mujeres, ya sea “psicológica, verbal, física o sexual”.

La calificó como “cobardía y una degradación para toda la humanidad”, por lo que pidió, a través de la Red Mundial de Oración, rezar por las víctimas, “para que sean protegidas por la sociedad y para que su sufrimiento sea considerado y sea escuchado por todos”.

La exhortación pontificia tuvo su correlato en un seminario web ecuménico e interreligioso titulado: “Las mujeres leen Fratelli tutti”, que se transmitió el miércoles de la semana anterior en vivo para todo el mundo en el canal de YouTube: WUCWOUMOFC.

Contó con la organización de la Unión Mundial de Organizaciones Femeninas Católicas y la Consulta Femenina del Pontificio Consejo de la Cultura, en colaboración con el Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso y el patrocinio de varias embajadas ante la Santa Sede.

La encíclica papal aplicada al rol femenino en la familia mereció convergentes definiciones multirreligiosas de alto contenido espiritual, como la pronunciada por la teóloga musulmana Shahrzad Houshmand, quien expresó: “Las mujeres, con la belleza de la feminidad acogedora, leen, sueñan, unen a sus hijos, y son sensibles para entender el sueño de un Papa llamado Francisco que en un texto de gran y auténtica sabiduría llama a todos a soñar juntos, a soñar como una sola humanidad, una familia humana solidaria”.

A su vez, Isabel Phiri, vicesecretaria general del Consejo Mundial de Iglesias, opinó que “leer Fratelli tutti desde una perspectiva femenina implica pensar en todo lo que impide y distorsiona nuestro parentesco común y reflexionar sobre cómo podemos avanzar juntos hacia una nueva realidad en la que vivamos como hermanos e hijos del único creador y en fraternidad y amistad social”.

Elena Seishin Viviani, de la Unión Budista Italiana, por su parte, dijo: “Fratelli tutti desafía a cada mujer y a cada hombre a abrirse a una nueva perspectiva de encuentro: en palabras del Santo Padre, restablece la centralidad de la educación para la fraternidad y desde aquí debemos avanzar hacia un nuevo pacto, una nueva alianza que nos una y devuelva el sentido más profundo a nuestro vivir”.

En tanto, Svamini Hamsananda Ghiri, de la Unión Hindú Italiana, señaló que “la voz del Santo Padre es siempre clara, fuerte, plural y sobre todo se convierte en un eco para aquellos que, más débiles, no son escuchados. Las mujeres aportarán su contribución con el nuevo ímpetu de sus energías, como se expresa plenamente en todas nuestras Sagradas Escrituras, Vasudaiva kutumbakam, el mundo entero no es más que una gran familia”.

En la diócesis, el obispo Gabriel Mestre, en una misa alusiva convocada por La Pastoral de la Mujer, puso el foco de manera particular en recuperar siempre “el genio femenino” en la dinámica de la vida, como dice el papa Francisco, especialmente en la vida de la Iglesia y de la comunidad de cada uno.