Repensar la carrera

Más de 30 profesionales, gente con poder de decisión en sus espacios, gerentes o directores, asistieron a la sede pinamarense de UADE para participar, durante tres jornadas, de una de las instancias que conforman el inicio de una maestría.

La semana pasada la sede de UADE Costa fue el marco elegido para desarrollar la instancia presencial del MBA online, una alternativa para hacer posible tanto el crecimiento personal como el comienzo de un alto desarrollo en el management.

Jorge Rodríguez, secretario de posgrado de UADE Business School, recordó los comienzos, cuando el inicio fue a partir de un concepto de carreras cortas que después evolucionó a licenciaturas y otras carreras de grado.

“Hoy la razón de nuestra visita acá es la iniciación de la maestría, del MBA, el encuentro presencial del MBA online realizado en Pinamar. Así que ya tenemos el ciclo completo, tenemos tecnicaturas, tenemos licenciaturas y ahora estamos desarrollando el encuentro presencial de una maestría. Hay un tema a destacar y no dejar de lado, y es que esta gente viene de una familia y ha sido su familia la que le ha inculcado el valor de la formación. Tienen el privilegio de poder acceder a la formación; tienen un mayor privilegio de formar parte de una familia que les marca ese camino y que a su vez ellos también son familia y ojalá transmitan esos valores y ese desafío. La gente que hoy viene a este encuentro presencial de la maestría, afortunadamente es de toda la Argentina, con predominio de Patagonia y el sector petrolero, pero este MBA es de lo más federal, a diferencia de nuestro MBA presencial, que es más enfocado a Capital Federal y Gran Buenos Aires. Pero nuestro gran desafío y nuestra apuesta es que hay alguien detrás de toda esta gente que los ha impulsado y ellos también son impulsores, con lo cual los vemos como agentes del cambio”, describe Rodríguez.

Más de 31 personas participan de la clase. Son 31 profesionales que sin proponérselo han vuelto a recrear la experiencia de una cursada, el trabajo en grupo y el volver a tomar apuntes de los puntos salientes y de mayor interés del docente. Los alumnos no se conocen de antes; vuelven a vivir la incógnita de cómo será la evaluación, de cómo es el profesor. Es un grupo que se desconoce totalmente; se acaban de hacer amigos, se integran mejor con el Whatsapp. El hecho de hacer un encuentro presencial donde están tres días juntos conviviendo los integra mucho más.

“Es un poco el diferencial que tiene esta maestría: si bien es online, el concepto que manejamos es un concepto blendig; tiene gran parte de la cursada online pero obligatoriamente tiene cinco encuentros presenciales, donde tratamos de desarrollar esto, las habilidades blandas, que es el gran foco que estamos tratando de inculcar hoy en nuestras maestrías. La formación técnica se aprende; la formación técnica evoluciona, cambia, desaparece, reaparece, pero las habilidades para manejar grupos humanos, para motivar, para liderar, para enfrentar las crisis… éste es el momento donde desarrollamos eso. En la maestría, uno de los valores que busca la persona es el networking. Sale de acá con un amigo, con un compañero, un futuro socio, un futuro colaborador, un futuro cliente, un futuro proveedor, una futura fuente de consulta. Un buen trabajo dentro del aula logra que la gente continúe vinculada, además con nosotros porque siempre los invitamos a las charlas. Lo importante, además, es crear el vínculo entre las personas”, explica.

Es como que el profesional se pone la ropa de estudiante y se desprende de sus ocupaciones habituales para capacitarse, para encarar una forma de pensar en uno mismo sin dejar de lado su profesión. Su concentración crece, sin dejar de tener momentos de relajación y convertirse en un ser altamente apto para el trabajo en equipo, algo tan difícil de lograr en nuestro país.

“Gran parte del trabajo en una maestría es el desafío que un profesor le impone al grupo, y hacemos mucho foco en eso. Acá no es un trabajo individual, es un trabajo entre docente y alumno, y cuando decimos alumno siempre hacemos alusión a un grupo de trabajo: uno de los valores que tratamos de inculcar. Una de las deficiencias que tiene nuestro país es no saber trabajar en equipo”, agrega.

Carlos Sicurello es director del MBA online de UADE Business School. Durante, casi un año ha estado al frente de la sede y recientemente ha dejado su cargo para seguir siendo un hombre de la casa. Gabriel Cardoso es quien hoy lo suple al frente de la presencia local de UADE.

“Hay una serie de cuestiones que me van a seguir manteniendo vinculado con la sede. Una de ellas es la que me trae hoy, que es la Maestría en Administración de Empresa, el MBA online, que es un programa que está orientado a que nuestros alumnos puedan adquirir conceptos, herramientas de management, y con todo esto poder crear valor en las organizaciones y a partir de allí hacer realidad sus sueños, lograr las metas de la organización donde trabajan, sea en relación de dependencia o propia, y contribuir con la sociedad creando riqueza. Tenemos un grupo de poco más de 30 alumnos, de una edad promedio de 30 a 35 años, gerentes, prácticamente de todas las provincias del país. Se ha transformado en un programa federal. Nosotros traemos a los alumnos dos veces al año, en realidad tres veces: cuando inician el programa, en marzo; cuando promedian, en agosto, como ahora; y cuando finalizan, en diciembre”, explica Sicurello.

Para graficar la acción, se puede decir que todos los años UADE trae a Pinamar a 150 gerentes de todo el país, quienes se maravillan con el lugar, se deslumbran con la sede y, por otro lado, se forman y pueden forjar su futuro.

“Hay una parte de esto, que es la madera que cada uno trae, las ilusiones, las motivaciones, los deseos de superar desafíos, de aprovechar oportunidades, y después hay otra parte que es cómo nosotros hacemos nuestro trabajo, que tiene que ver con una metodología de dar clases donde la característica es el aumento progresivo y constante, y que nunca acaba, de la motivación en clase. Esto se puede ver visualizado en nuestros alumnos a partir de sus conocimientos. La participación en clase, el compromiso, el bienestar general que sienten cuando ven que aprenden y ya se van imaginando cómo van a aplicar lo que están aprendiendo, porque nosotros formamos a personas que van a crecer como empresarios o como directivos pero somos conscientes de que sólo van a lograrlo si tienen éxito en el puesto actual de trabajo. Si ellos logran el éxito hoy, se aseguran el éxito mañana, razón por la cual todo lo que enseñamos se aplica hoy, y eso hace de la enseñanza una virtud que ellos valoran mucho”, complementa Carlos Sicurello.