El proyecto es la continuación del concepto de Ciudad Jardín pergeñado por el arquitecto Bunge; aggiornado, no pasó desapercibido para los diputados bonaerenses.
La Honorable Cámara de Diputados de la Provincia de Buenos Aires declaró “de interés legislativo” el proyecto Respirá Pinamar, donde se conjugan el Arte y la Naturaleza, constituyéndose en una propuesta que afianza el concepto fundacional de Ciudad Jardín.
Esta concepción colabora con la educación a través de los principios del cuidado de la naturaleza, ofrece charlas a las escuelas y regala árboles, distribuidos gracias a una red de voluntarios.
“Por otra parte, el área artística de Respirá Pinamar es el Parque Escultórico de Pinamar (PEP). Esta iniciativa cultural cuenta con 60 obras escultóricas emplazadas en la ciudad de Pinamar, en locaciones tanto públicas como privadas. Las obras son de artistas con una muy amplia trayectoria a nivel nacional e internacional, y provienen de variadas corrientes del arte contemporáneo. El tema surge una vez que se obtuvieron las obras. Nosotros no queríamos que las obras estuvieran guardadas, como estuvieron siempre, en galpones o en casas privadas. Lo que queríamos hacer es sacarlas a la calle, hacer que las vea todo el mundo; por eso, luego de pensar y hablarlo mucho, decidimos que todas las obras estén en lugares públicos, de acceso libre y gratuito. Pero por una cuestión, que no se llegó a un acuerdo con la Municipalidad, se decidió que estuvieran en lugares privados, como el Golf, el hotel o el balneario Barbados, cuyos responsables se comprometían a cuidarlas en caso de vandalismo”, señaló el arquitecto Alfredo Tobe.
La creación del parque nace de la necesidad de aportar a la comunidad de Pinamar un espacio en donde se genere una experiencia que una cultura, recreación, descanso, inspiración e interacción con nuestras propias emociones.
Respirá Pinamar proyecta a Pinamar como un paisaje cultural y un ícono regional, basado en el compromiso del desarrollo sustentable y la valoración del arte. Genera un polo y un recorrido que mejora la calidad de vida de los pinamarenses y sus visitantes.
Arte, más la naturaleza del lugar, logran una suma digna de contemplar.
“En relación al PEP estamos en una etapa de diseño para que las esculturas que están puestas ahí convertirlas realmente en un parque con caminos, bancos, anfiteatro… Esto está en etapa de proyecto. Todavía no hay nada. El criterio de cómo disponer las esculturas surge de analizar cuáles convivirían con cuáles. Las atractivas, en lugares estratégicos, y el resto, en espacios a designar”, agregó.
La paisajista Samanta Anguiano recuerda que todo nace con un primer eslabón, como fue la intervención del paisaje urbano con la primera obra de Pájaro Gómez, convertida en un verdadero ícono pinamarense.
Samanta hace una breve descripción de la distinción dada por el Congreso: “Es un reconocimiento espontáneo de un grupo de diputados. Nosotros no lo presentamos. Esto surge de una persona que es gestor cultural. Se trata de una chica de Mar del Plata, Gabriela Costaguta, quien el año pasado vino a conocer el proyecto, que la termina atravesando emocionalmente y ella le propone a un grupo o a un diputado marplatense que otorgue un reconocimiento a nuestra iniciativa”.
La paisajista define Respirá Pinamar: “Es una construcción social sin fines de lucro, sin tener que estar haciendo una personería jurídica porque se transforma en una entidad de bien público sin necesidad de darle un marco jurídico legal. Un voluntariado con todas las letras. Hoy Respirá Pinamar sigue creciendo y latiendo gracias a la colaboración, en primer lugar, de un grupo amplio de voluntarios y de Pinamar SA, que es el primer impulsor. Pero el día de mañana, si hay diez empresas de Pinamar que quieren prestar diez esculturas para poner en Pinamar, que quieran esponsorear espacios, corredores ecológicos y hacer parques públicos… que más queremos nosotros, que se sigan sumando. Como si fuera una suma de amigos”.
La propuesta integral ha sido de interés de funcionarios a nivel ministerial y de la National Geographic, entre otros. Esto corrobora el antiguo refrán de que “nadie es profeta en su tierra”.
La distinción es digna de mencionarse. Es de suma importancia. Llega cuando el proyecto vive un momento de pleno desarrollo.
Respirá Pinamar, con tilde en la primera palabra, es un enorme proyecto, y sin acentuación también es correcto porque nos dice que el partido respira, está vivo y late en este tipo de iniciativas.