La inseguridad toma otras formas, no tan comunes y de una naturaleza pocas veces vista por estas latitudes. En este caso, se trata de un robo con boquete incluido.
Durante el fin de semana pasado se perpetró un robo en una conocida agencia de cambio de la calle Jasón, a metros de la Avenida Shaw, que se posibilitó porque la empresa no tiene atención al público durante esos días y porque los ladrones hicieron un boquete en una pared lindera para lograr su cometido.
El director de Seguridad, Sebastián Berardone, da detalles del hecho: “Ocurrió el sábado. Se dio aviso a las 10 u 11 de la mañana. Llaman y nos informan que cuando entran al local de al lado, que estaba vacío, encuentran una puerta forzada, la trasera que da a Constitución. Cuando ingresa esa persona, ve que en el baño había un agujero que pasaba para el lado de la oficina y ahí se encontraron un criquet hidráulico y unas maderas. Esta gente también se encargó de cortar el sistema de alarma y la luz, así que se está investigando, porque a partir del jueves habrían estado ‘trabajando’ o llevando herramientas para cometer el ilícito el día sábado. Estuvieron trabajando con bastante silencio. Se ocuparon de hacer cortes de luces. Llevaron un criquet hidráulico para hacer fuerza sobre el ladrillo hueco y no hacer ruido como haría una amoladora. Hicieron un boquete, más o menos, de un metro por un metro, en el baño y del otro lado de la pared se encontraba la oficina”.
Lo que queda en claro es que quien da la alarma es el vecino y propietario de un local lindero, que a su vez informa a la policía, que se encarga de llevar adelante el procedimiento. Uno de los elementos es el análisis de imágenes registradas en las cámaras, tanto municipales como de particulares.
“Por las cámaras que están en la esquina, en Jasón y Av. Shaw, se pudo ver que hay un auto con una hora prolongada de detención desde las 11 hasta las 16 aproximadamente, que es por ahí donde retiran los materiales con los cuales cometieron el ilícito, así que personal de la Comisaría 1° ya tiene toda la información para realizar la investigación. Lo que pudieron sacar es un cajón de un escritorio en el que había dinero, alrededor de cuatro mil y pico de dólares y siete mil u ocho mil pesos en efectivo. Eso estaba en un cajón. La caja fuerte, aparentemente, quedó en el lugar y no la pudieron sacar”, informa.
Berardone asegura que por lo menos dos personas se encargaron de realizar el robo. La tarea se realizó en dos días. En primera instancia, se dio aviso a la policía pero los efectivos habrían dado un vistazo por fuera, por lo que no llegaron a visualizar la maniobra en vías de concreción.
“Fue el sábado a la tarde. Me llega un mensaje de un amigo que dice que estaban entrando en la agencia de cambio, con un boquete en la pared. Me vengo rápido a la oficina y me encuentro con un operativo de cuatro patrulleros, inclusive el vecino de al lado, Hugo Beltrán, que fue quien ‘impidió’ que este hecho pase a mayores. La denuncia primero la hace la mujer por teléfono y después, como no se sintió seguro de la respuesta del operativo de la policía, se dirige personalmente a hacerla. Tampoco les dan mucha importancia a las palabras de Hugo. Entonces, se va al local a esperar a la patrulla y se va tipo 12.30 a comer a la casa. A raíz de eso, según la policía, tipo 16 se dirige un móvil al lugar. No ve nada raro. Después, Hugo vuelve tipo 17 y se encuentra con el boquete que había en la pared del lado de él y a los diez minutos ya me entero porque vengo yo”, completa el funcionario, sin dejar de aclarar que el proceso que desemboca en el robo del sábado podría tener su origen durante el jueves anterior.
También es evidente que se trata de ladrones avezados, ya que cortaron la luz, la alarma, las cámaras y obraron con total sigilo.