Running Trip se adueñó de los bosques de Pinamar

La exigente prueba convocó a una gran cantidad de atletas, que dieron lo mejor de sí por mostrar su superación al cabo de un año de redoblados esfuerzos.

La tercera edición de esta carrera itinerante que ya había pasado por Miramar y Los Molles (San Luis), el pasado sábado 25 de noviembre tomó por asalto los pinares de la localidad balnearia.

En sus tres distancias (21, 10, y 4 kilómetros) casi 700 competidores dijeron presente a esta, que no solo fue una fiesta del running sino que se transformó en el segundo evento deportivo más convocante para esta localidad en lo que va de 2017.

La cita esta vez inauguró un punto de partida planteando por primera vez una largada de un evento como este en Pinamar Norte, concretamente en Av. Libertador Norte, a escasos 500 metros de su finalización, antes del último acceso vehicular a la playa.

Un día decididamente espectacular, aunque un poco caluroso para una prueba de este tipo, fue el marco ideal para tamaño evento.

A las 4 de la tarde se dio pista libre para la salida de la primera distancia, los 4 kilómetros.

La particularidad de esta competencia es que reunía a todos aquellos atletas con discapacidad, con la singular y conmovedora situación que la asistencia –tengamos en cuenta la dificultad del terreno arenoso– la daban otros atletas que eligieron poder colaborar en lugar de participar. Mariano Mastromarino, el atleta olímpico presente en los últimos juegos y ganador de la Maratón de Mar del Plata el pasado domingo 19 de noviembre, dijo presente a esta convocatoria.

La profunda emoción suscitada en esta primera carrera dio lugar tan solo algunos minutos después a la adrenalina.

La largada de las dos distancia mayores, los 21 y 10 kilómetros, vio el final de la cuenta regresiva de largada promediando las 16.15.

Rápidamente aquellos que pretendían hacerse de un lugar destacado en los resultados finales entendieron que la dureza del terreno implicaba apelar a la paciencia y la estrategia, y que los tiempos y ritmos de una carrera como esta, donde casi la totalidad del circuito se transitaba por senderos de arena suelta, sin duda se alejarían de los que podrían haber supuesto en forma previa.

A los 41 minutos de haber largado pudo recién verse aparecer retomando Av. Libertador hacia el arco de llegada a quien estaba a punto de transformarse en el ganador de la distancia de 10 kilómetros, Matías Luero, de General Lavalle. Fue 2 minutos y 20 segundos después que hizo su llegada el segundo, Héctor Gómez, de Derqui, completando el podio Juan Cruz Suarez a los 45 minutos y 30 segundos al arribar en tercer lugar.

Entre las damas la ganadora fue María Luz Ramírez, de Concordia, con un tiempo de 59 minutos y 47 segundos; segunda, la pinamarense Natalia Meza, 2 minutos después; completando el podio, Sonia Prieto, de Mar de Ajó.

En la distancia mayor hizo gala de su localía el experimentadísimo Cristian Hernández, que después de correr en la segunda posición hasta promediar el kilómetro 13, rebasó a quien hasta ese entonces lideraba la carrera para terminar el recorrido en 1 hora 39 minutos y 47 segundos, casi 5 minutos antes que su perseguidor, Nicolás Méndez, quien lo hizo en 1 hora 44 minutos y 13 segundos. Completó el podio masculino Fernando Sánchez arribando 2 minutos después que Méndez.

Entre las mujeres no hubo sorpresas. Florencia Borreli, de Mar del Plata, se hacía de la victoria en 1 hora 52 minutos, seguida por Roxana Preussler, también de Mar del Plata, completando Mariel El Jaber, de Buenos Aires.

La fiesta siguió con la ceremonia de entrega de premios, que no solo destacó a los primeros tres de la general de cada distancia, sino también de las distintas categorías diferenciadas cada diez años. El acto fue animado por una importante concurrencia decididamente entusiasta que se sumaba a la importantísima cantidad de atletas locales que participaron en la prueba; entre los que se destacó la presencia de varios de los grupos de corredores de la localidad y la zona.

Es digno de mención el caso de Runners Fox Pinamar, no solo por una importantísima cantidad de participantes y por los doce podios logrados entre las distintas distancias y categorías, sino fundamentalmente porque su entrenadora y propietaria, la profesora Candela Cerrone, fue una de las principales responsables de que este evento se haya desarrollado en nuestra localidad. Un proceso que finalizó con la materialización de la carrera en sí, pero que arrancó hace ya más de un año, cuando se iniciaron las conversaciones con los organizadores en busca de que comenzaran a pensar a Pinamar como una potencial e interesante posibilidad de sede.

Por la noche, y después de un baño reparador, la reunión de festejo y despedida fue en Pinta Bar, sobre Av. Bunge, donde todos los participantes y organizadores se daban cita nuevamente pero esta vez en un marco festivo y relajado.

Pasó Running Trip por Pinamar, en la espera de que el próximo año, como es ya una promesa de sus organizadores, volvamos a ser la sede de un evento convocante y de semejante calidad, no solo deportiva sino de interés turístico, como es esta propuesta.