Se votó sin un conocimiento exhaustivo

La realidad plantea que no hubo tiempo de profundizar en el tema. La estrategia del Ejecutivo dio sus frutos: enviar un aumento considerable (50% de incremento) en las tasas municipales y que el HCD aprobara un aumento menor.

Como pocas veces suele ocurrir, la Asamblea de Concejales y Mayores Contribuyentes fue convocada para hora temprana y terminó siendo un “remate de autos usados”, donde cada concejal ofrecía su pensamiento de lo que debía ser el porcentaje del aumento sin hacer a las claras un análisis profundo del tema en base a lo argumentado por los concejales de FPV y Propin.

EL DESARROLLO
Tras la lectura del decreto de convocatoria y tal cual estaría previsto por la estrategia oficialista, la concejal Alejandra Apolonio, como representante del oficialismo, mocionó un incremento del 33,5%, con un módulo de $10. Comentó brevemente que “ese aumento no es sustancial para el contribuyente, pero sí es fundamental para sostener el nivel de salud que hoy se tiene en Pinamar, superior al de años anteriores; para poder comprar la maquinaria necesaria para funcionar, así como para poder solventar los sueldos”.

Luego, el concejal Lucas Ventoso propuso desde el radicalismo un módulo a $9,50, lo que representaría el 26% de aumento, y para fundamentar esta moción se refirió a las paritarias que se cerraron en un 27,3%, y a los organismos creados en años anteriores, que, aunque nacieran en medio de rumores de corrupción, hoy sostiene el Municipio, como la terapia intensiva, las cámaras, la Guardia Urbana. Con esto último, criticó a la oposición, que en ningún momento plantea dejar de sostener la Guarida Urbana o el Centro de Monitoreo, que no han reducido los delitos pero se siguen pagando. Por otro lado, recordó que del año pasado a este se redujo a la mitad el déficit, un detalle no menor cuando se habla de la eficiencia en el manejo de los recursos. Esta declaración se contrapone con el análisis hecho por el bloque de asesores de Propin sobre todos los puntos de recaudación y gastos generados en el ejercicio 2016. En la comparación con el ejercicio de 2015 dio un mejor resultado este último en la gran mayoría de indicadores.

A continuación, Maximiliano Santini tomó la palabra para pedir en principio celeridad en el tratamiento, dado que los mayores contribuyentes deben volver a sus trabajos, y por otro lado se refirió al aumento otorgado en agosto, y en función del cual se cubriría el costo de la inflación. Luego, Juan Ocampo planteó que nadie quiere votar el aumento, debido al impacto que representa en los contribuyentes, aunque se debe trabajar en la cuestión, pero que es fundamental resolverlo ahora y no a mitad de año, como sucediera en 2016.

Después de esto, se votó el cuarto intermedio, el que fue aprobado por 24 votos y las negativas de Estanga, Galarza, Boccardo y Perrone. A la vuelta del mismo, Martín Atencio solicitó el tratamiento en general del proyecto enviado por el Ejecutivo, con el 50% de aumento. Después, Ocampo propuso un módulo a $9,25, para evitar la politización del momento. Augusto Urrizola, por otro lado, recordó que el proyecto inicial del Ejecutivo pretendía un ambicioso plan de obras financiadas con fondos propios; sin embargo, con la intención de compatibilizar las intenciones de la gestión y las posibilidades de pago, por el porcentaje de incremento, ya que con ese aumento el Municipio dejaría de ser una máquina paga-sueldos, para pasar a ofrecer servicios que, si bien no se llegaron a concretar, se ha comenzado a hacerlo, como el frente marítimo; que más allá de las dificultades y de los errores, hoy todos los turistas hablan de la renovación que ven en la playa. Finalmente, pidió asegurar el funcionamiento del Municipio, dejando fuera del debate las diferencias políticas. Un contrasentido, si se analiza que el Concejo es el ámbito donde las fuerzas políticas dirimen diferencias por antonomasia.

Luego, Apolonio, en función de los dichos de Urrizola, retiró su moción del 33%, para luego someter a votación general la ordenanza, que resultó aprobada con el uso del doble voto de la presidencia, siendo las negativas las de los concejales Atencio, Bermúdez, Migliorini, Viotti, Santini, Galarza, Estanga; y los mayores contribuyentes Boccardo, Perrone, D´Angiolo, Jouffre, Kramarovsky, Malegni y Fruñiz.

A continuación, antes de someter a votación las dos mociones, pidieron la palabra Ventoso, primero, y Estanga, después. Este último recordó que cualquiera de las propuestas se olvida de la gente, destacó que se ha confiado en el gobierno durante un año y no ha habido gestión y que la propuesta que hoy se trajo es una falta de respeto hacia la gente. Después, Martín Viotti tomó la palabra para recordar que son los vecinos los que los han puesto en las bancas, y por eso es ante quienes deben responder. Por otro lado, que recordó que su propuesta original fue devolver al proyecto, pero que, en caso de no prosperar ninguna de las dos planteadas, Propin presentaría una tercera.

Luego se sometió a votación la moción de Ventoso, que resultó desaprobada por 12 votos positivos (concejales De Vito, Apolonio, Ventoso, Urrizola, Dos Santos, Taurizano; mayores contribuyentes Quiroga, Alué, Moyano, Púa, Cotton, Soria) y 16 negativos.

Entonces se sometió a votación la moción de Ocampo, de un módulo a $9,25, la que fue aprobada con el doble voto de la presidencia, la que desempató los 14 positivos y los 14 negativos (concejales Santini, Viotti, Atencio, Bermúdez, Migliorini, Estanga y Galarza; mayores contribuyentes Boccardo, Perrone, Kramarovsky, Fruñiz, Malegni, D´Angiolo y Jouffre).

CONSIDERACIONES
Juan Ocampo, cuya propuesta fue finalmente aceptada, manifestó al término de la asamblea: “Era mi intención otorgar un porcentaje adecuado a lo que se vive porque realmente el número de Ventoso no estaba tan alejado de lo que yo pensaba. Era necesario que se tome conciencia de que se está votando un cálculo de recursos para todo el año, cosa que con la nueva paritaria, con el incremento que tienen que recibir por una lógica inflacionaria los sueldos municipales, los insumos del hospital, los combustibles, los gastos básicos, era necesario otorgar algo. Eso para mí quedó más que claro, más allá de que algunos sectores estuvieron a favor de no otorgar nada, por lo menos no dejaron en claro ninguna moción alternativa. Creo que la más baja fue la que propuse y yo. Creo que se podría haber estirado unos puntitos más pero en realidad lo manifesté en la sesión: mi intención era que salga hoy ya para no llegar a marzo, a mitad de año, sin presupuesto, con una incertidumbre en el precio del módulo y la iba a terminar pagando el contribuyente común y prácticamente el Estado municipal, que tampoco iba a tener ningún beneficio en la recaudación, o sea que hubo que contemplar varios temas y por lo menos se resolvió este, más allá de toda rosca política, que sabemos que es un año electoral y esto va a suceder con muchos temas pero puntualmente en el presupuesto era claro que iba a suceder”.

Para el concejal justicialista hay que tener en cuenta temas puntuales, como el servicio de salud, que se financia con un gran porcentaje de la Tasa de Servicios Urbanos. “Vi un presupuesto politizado como ninguno de los que me tocó tratar anteriormente. Hoy se vio un escenario totalmente político, que no está mal porque es el Concejo Deliberante, pero yo creo que, en algo tan serio como es el tratamiento de una modificación de un código y de un cálculo de recursos, hay que ser equilibrado y reconocer también que no se puede no otorgar un aumento razonable como, a mi criterio, es el que propuse. Nosotros tenemos la responsabilidad de proponer el cálculo para todo el año y algo había que aprobar, también vi que no había muchas propuestas, había más bien una negativa a no aprobar nada, por lo menos por la ausencia de propuestas; para mantener el equilibrio que vengo manteniendo durante todos estos presupuestos me incliné por llegar a 23,3, que creo nos da una tranquilidad. Por lo menos algo se otorgó y ya se puede empezar a cobrar”, reforzó su postura.

Sin embargo trascendió en las redes sociales que el mayor contribuyente Jorge Echevarría hacía público su arrepentimiento: “Voté convencido que estaba haciendo lo correcto, no por defender una gestión mediocre, sino porque pensaba, y pienso, que la Municipalidad no se debe desfinanciar y debe seguir funcionando con recursos genuinos. Ahora leo lo que expresan en las redes y siento mucho dolor porque ante argumentos tan contundentes, no puedo más que decir que defraudé a mucha gente”.

El comerciante se disculpó: “Lo único que puedo expresar es que para esta sesión, debido al exceso de trabajo, no estuve lo suficientemente preparado o asesorado, obviamente no es excusa y es mi pura y exclusiva responsabilidad”.

Nadie puso en duda la honestidad del reconocido vecino y sí la operatoria que se implementó, donde si bien se habló de la importancia del tema no hubo una generalidad que nos hable de un conocimiento profundo de un tema tan trascendente y por ende de una votación más fundamentada.

El justicialista Gregorio Estanga fue otro de los que admitió que no hubo tiempo para votar con mayor conocimiento.

“Lo que sucedió es que hubo una presentación, en principio, un pedido de aumento del 50% de las tasas, que era llevar el módulo a 11,25, que para nosotros era algo grosero, abusivo en este contexto económico que estamos viviendo todos, trabajadores, comerciantes, empresarios, hoteleros, gastronómicos, inclusive esperando una temporada que no es, porque no es la temporada de hace dos años atrás, de hace cinco años. No son esas temporadas que venía gente y que había un 70 u 80% de ocupación de todos los sectores. Por lo menos los datos que tengo yo están muy por debajo de eso y hablo en función de la gente que trabaja. Aunque algunos me dicen que están mejor que la temporada pasada, la mayoría me sigue diciendo que está trabajando por debajo del porcentual de la temporada anterior. Lo que digo es, este 50% no resistía análisis y que cómo mínimo querían un aumento del 33% y que al analizar el presupuesto, la política pública que delineaban para el 2017 había cuestiones que nosotros tampoco compartíamos pero como no somos gobierno nos limitamos exclusivamente a analizar la situación económica para ver el impacto que tenía en la sociedad el aumento de las tasas. El 33% tampoco resistió el análisis de nosotros, ni de los mayores contribuyentes y concejales, y empezamos a ver valores menores. En principio cuando hablamos de la obra, es una chicana esto de ‘si no aprueban el presupuesto no vamos a poder hacer la obra’”.

Concretamente la posición del legislador es la de equilibrar primero la economía antes de proyectar obras que solo son posibles con superávit y no solventarlas con el esfuerzo de la gente. Para ello es evidente que su apreciación apunta a mejorar la administración.

“Nosotros no podemos no evaluar el aumento de tasas sin ver el contexto nacional que estamos viviendo todos, el congelamiento de la economía, la devaluación de la moneda, el aumento del valor del dólar; se elevaron todos los costos de los productos de la canasta básica y los servicios y combustibles. Esto es ahogar al contribuyente”, razonó.