Sin respuestas a las necesidades de los adictos

El índice crece y es necesario contar con mecanismos de contención más efectivos. Un programa que propone implementar en Pinamar un sistema ambulatorio de acompañamiento terapéutico no tendría cabida por no contar con infraestructura adecuada ni personal especializado.

La salud mental es un tema que viene siendo tratado en las redes sociales. A raíz de la visita de un grupo de padres al Honorable Concejo Deliberante de Pinamar, semanas atrás, más la nota de un vecino de Valeria del Mar se promovió un encuentro entre los concejales de la Comisión de Salud junto al peticionante y varios de los padres que se acercaron para abordar la problemática de las adicciones y la salud mental, ya que muchos de los adictos terminan siendo tratados por esa especialidad, como resultado del abuso de substancias.

En aquella ocasión, reclamaban la implementación del Plan Nacional de Salud Mental en el Partido de Pinamar. Una medida cuya viabilidad el HCD le había solicitado que estudiara al Departamento Ejecutivo, y de la que nunca obtuvo respuesta. Por otro lado, también pedía un espacio para aquellos que sufren problemas de salud mental o de adicciones, explicando que hoy el Centro Provincial de Adicciones (CPA) está desbordado, con un único profesional que no da abasto. Por último, reclamaban por fallas en el hospital al no respetar los protocolos que se deben aplicar en estos casos. El tema principal es el hecho de que, al asistir a los adictos, se acercan con la policía, quienes para actuar exigen una denuncia penal, por lo que estas personas quedan judicializadas.

En el marco de aquella reunión, se comentó que se estaba trabajando en un proyecto similar al que funciona en Miramar, ambulatorio, de carácter municipal. Esta idea fue presentada la semana pasada: Sistemas de Abordaje Municipal en Adicciones (SAMA), que propone implementar en Pinamar un sistema ambulatorio de acompañamiento terapéutico, de características similares al que funciona, con excelentes resultados, en Miramar.

Esta semana, el tema de salud mental tuvo su última mirada, la del Ejecutivo, por lo que los ediles recibieron a funcionarios el área de Salud y Desarrollo Social para tratar la nota acercada, y después se dio la palabra al secretario de Salud, Dr. Jorge Benítez, quien explicó en primer lugar que, salvo la Dra. Gómez, no hay especialistas en salud mental, y por el otro, que cuando se los llama ante una crisis, a veces no se los puede tratar por el grado de violencia con el que se encuentran y por eso requieren de la policía y de una denuncia, para poder intervenir. Los profesionales que acompañaron al secretario de Salud aclararon que no en todos los casos interviene la policía, que, si se lo puede contener, se lo medica y se lo interna hasta que se estabilice, y después, si el paciente no tiene la voluntad de internación, no se los puede obligar. Que el protocolo es reducirlo, medicarlo e internarlo hasta que se estabilice, pero que en algunos casos se requiere de la policía y de una denuncia, sobre todo cuando el paciente ya tiene antecedentes penales y cuando el grado de violencia es alto.

Al tratar la necesidad de un espacio específico para estos casos, reclamada por el grupo de padres, Benítez explicó que no existe ni un equipo ni la infraestructura necesaria para poder atender a pacientes psiquiátricos en Pinamar. En cuanto a las fallas del hospital al seguir los protocolos, trabajadoras del Observatorio de Violencia y Adicciones (OVA) aclararon que desde el área se ha recurrido al Hospital Comunitario en los casos en los que se requiere de contención y que siempre ha respondido, pero que en los casos de los adultos, en los que la violencia se incrementa, se pide apoyo policial, y que si bien el OVA puede ingresar al domicilio, la policía no podría, de no mediar denuncia, o en caso de flagrancia.

Tras la respuesta del área de Salud, queda la sensación de que no hay voluntad de resolver la problemática: unos insistentes “no hay profesionales adecuados”, “no hay presupuesto” o “no hay un espacio”, dejan a las claras la falta de motivación a la hora de buscar soluciones para un tema tan sensible y que requiere de inmediata acción de parte del Estado.